Días atrás comenzó el juicio contra Rocío Belén Martínez, más conocida como “Ropi”. La mujer argentina se encuentra en prisión domiciliaria por defenderse de un ataque por parte de un militar en Brasil. Sus abogadas defensoras esperan lograr su absolución.
Desde su detención en mayo de 2022, sus familiares, amigues y activistas han pedido su liberación. Para ello han realizado marchas, festivales para recaudar fondos y campañas en redes sociales. “Está presa por defenderse”, denunció su hermana Talhy Martínez y remarcó la “ilegalidad” de la detención.
Cómo sucedieron los hechos
El 11 de mayo de 2022 la mujer se encontraba en Playa Maraípe, Porto do Galinhas, cuando al desatarse una tormenta, se refugió junto a dos amigos bajo el techo exterior de una casa abandonada, conocida como la Vieja Casa del Gobernador.
Al finalizar la lluvia, sus amigos salieron a buscar wifi, mientras que Ropi se quedó sola y se durmió. Allí se despertó debido a los golpes en su cabeza propinados por un hombre desconocido.
Sin entender qué sucedía, la mujer fue amenazada con un arma por parte del sujeto y, ante el miedo de ser violada o asesinada, se defendió provocando heridas en su atacante. Más tarde, cuando el agresor realizó una denuncia en su contra, ella se enteró que el hombre, quien nunca se identificó, era policía militar.
¿Quién es “Ropi”?
Rocío Belén Martínez es una joven nacida en Rosario de 23 años de edad. Es artesana y artista callejera. Dado que le gusta viajar sola, se encontraba recorriendo Brasil al momento de los hechos.
“Soy consciente de que viajando sola estoy expuesta a situaciones de vulnerabilidad y más siendo mujer”, relató a través de sus redes sociales. A su vez, agregó que “aún así me cuesta creer todavía cómo mudo mi vida, de estar en una playa hermosa disfrutando del nordeste brasilero, a estar presa en cuatro paredes”.
La causa
El Juzgado de Ipojuca, Estado de Pernambuco y la jueza Idiara Buenos Aires Cavalcanti son los encargados de llevar adelante la causa. Si bien se la acusa de “intento de homicidio calificado”, durante la primera audiencia su defensa pidió allí el cambio de carátula por “lesión corporal leve”.
Sus abogadas defensoras denunciaron varias irregularidades en la causa. En un primer momento la joven fue obligada a declarar sin abogado ni traductor presente. Además, tampoco se dio aviso al Consulado Argentino sobre su detención.
El 12 de mayo la rosarina fue sometida a una primera audiencia de custodia, en donde la magistrada ordenó la prisión preventiva y Rocío pasó casi dos meses en el penal Colonia Femenina Buen Pastor. Luego de las acciones reclamando por su libertad, el 8 de julio pasado se logró la prisión domiciliaria. Rocío logró salir con libertad condicional y al día de hoy se encuentra con una tobillera electrónica.
Las abogadas que llevan adelante su defensa difundieron un escrito en el que piden “al Estado argentino todo el apoyo necesario en este momento tan delicado para Rocío”. “El policía usó la violencia con ella y aquí en Brasil tenemos una de las fuerzas policiales más letales del mundo”, escribieron.
Presas por defenderse
“Ropi” no es la única mujer presa por defenderse de las agresiones de un hombre. Su historia recuerda a la de Higui, quien el 16 de octubre de 2016, fue atacada por un grupo de hombres debido a su orientación sexual. “Te voy a hacer mujer, forra, lesbiana”, fueron las palabras del hombre que se abalanzó sobre Eva Analía De Jesús y al que ella mató para defenderse.
La mujer estuvo presa desde ese día sin que su historia fuera escuchada. Recién fue absuelta en marzo de 2022, luego de que la Fiscalía solicitara 10 años de prisión por “homicidio simple”.
Otro caso similar es el de Elisa Molina, quien estuvo presa por defenderse de las agresiones de su expareja. En medio de una discusión le arrojó una botella a quien la agredía. Ese día la justicia consideró que Elisa intentó matar a su agresor y quedó detenida por el cargo de “homicidio agravado por el vínculo en grado de tentativa”.
Lo mismo le sucedió a Eliana Encina, quien estuvo meses detenida tras defenderse de un intento de violación. Ya había sido agredida por un grupo de personas en reiteradas ocasiones y por eso llevaba con ella un arma para defenderse. En uno de esos ataques hirió en el abdomen a uno de los agresores y allí fue acusada.