El Juzgado en lo Contencioso Administrativo N°2 de San Isidro hizo lugar a una cautelar presentada por un vecino del Country Club Larena para frenar las fumigaciones en los terrenos linderos al barrio privado. La denuncia asegura que varies vecines sufrieron dolencias atribuibles a las fumigaciones.
Sin embargo, el agronegocio – que es responsable del uso de los agrotóxicos, puntualmente del glifosato – amenaza de forma constante a las zonas rurales de la Provincia de Buenos Aires que limitan con los campos.
Los agroquímicos utilizados para las fumigaciones generan enormes consecuencias negativas para el medio ambiente. Contaminan las aguas, contribuyen a la deforestación, disminuyen la disponibilidad de alimentos y afectan a la fauna.
Pero no sólo eso, sino que les vecines de esos terrenos se ven expuestos a convivir con los agrotóxicos a diario. En 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó al glifosato como “probablemente cancerígeno”.
Sin embargo, el agronegocio sigue en crecimiento. La cautelar de la Justicia de San Isidro se reduce a la zona del Country, mientras que cientos de personas continúan expuestas a los agroquímicos y sus consecuencias.
¿Qué pasó en Pilar?
El juez Luciano Enrici ordenó a un productor rural de Pilar frenar la fumigación con agroquímicos en los terrenos linderos al barrio Larena Country Club, ubicado en ese partido de la provincia de Buenos Aires.
La medida cautelar la inició el vecino Ángel Bruno Assman, cuando en febrero de 2022 un fumigador aplicó agroquímicos en el terreno lindero al barrio con un producto con olor a “ácido”. El responsable de las fumigaciones, Oscar Cattáneo -quien alquila el terreno-, se comprometió a cesar con las mismas. Sin embargo, el vecino notó que esto no se cumplía y se presentó ante la Justicia.
El afectado adjuntó en su presentación certificados médicos de personas de su familia que sufren dolencias atribuibles a las fumigaciones. Además, incluyó informes sobre la calidad del agua.
De esta manera, el juez ordenó que una vez que adecúe a la orden de cese de fumigación y pulverización en Pilar, la actividad debe mantenerse a una distancia de mil metros del barrio Larena y cualquier otra población.
El caso de Tandil
Continuamente los municipios modifican la Ley Provincial para poder avalar la fumigación con el uso del glifosato. En Tandil, durante 2021 se habilitaron las fumigaciones a sólo 60 metros de las viviendas y 150 de las escuelas.
El conflicto por las fumigaciones en Tandil comenzó dos años atrás, en 2019, cuando un estudio de la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) demostró la presencia de 16 agrotóxicos en el agua y suelo de 15 escuelas rurales de la zona. A partir de estos resultados, junto a la ONG Bios Argentina Nodo Tandil presentaron al Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para prohibir las fumigaciones.
Además, el proyecto, respaldado con 46 mil firmas de vecines, planteaba una distancia mínima para las aspersiones terrestres de 2000 metros de lugares habitados y cursos de agua. En octubre de 2020, el juez Francisco Blanc, del Juzgado Provincial en lo Civil y Comercial 2 de Azul, dictó una medida cautelar que restringe las fumigaciones aéreas a 2000 metros y las terrestres a 500 metros de casas, escuelas, poblados, pozos y cursos de agua.
Luego, en noviembre, las autoridades de la Municipalidad expresaron al juez que la medida cautelar “se excede en sus atribuciones”. Desde entonces, comenzaron a trabajar en la Comisión de Trabajo, Producción y Ambiente para sancionar una ordenanza que deje sin efecto su medida cautelar, que terminó en una distancia de 60 y 150 metros.
Al norte de la Provincia
Durante todo el año pasado, vecines de Exaltación de la Cruz denunciaron fumigaciones ilegales y pulverizaciones con agrotóxicos cercanas a las escuelas y la población. Además, exigieron al fiscal Alejandro Irigoyen de la UFI N°2 de Zárate- Campana, quien está a cargo de las causas, que actúe sobre las denuncias vecinales.
Más de la mitad del territorio de Exaltación de la Cruz, de aproximadamente 60 mil hectáreas, está ocupado por actividades agrícolas dependientes de tóxicos, transgénicos y plaguicidas.
Desde 2019 rige en ese municipio la prohibición aérea por 1000 metros a cursos de agua, escuelas, viviendas y zonas de protección. Sin embargo, en octubre de 2022 les vecines denunciaron que fumigaron una escuela en Capilla del Señor y la primaria provincial N° 5 Manuel Belgrano. Además, sostienen que sus denuncias no son escuchadas.