El lunes pasado Sam Bankman-Fried (SBF), fundador de FTX, una de las plataformas de intercambio de criptomonedas más grandes del mundo, fue arrestado en Albany, una comunidad en las Bahamas. El hecho ocurrió a las 18 horas del día anterior a que testificara ante el Congreso sobre una falla abrupta en el mes de octubre.
Según informó la Policía, este martes se enfrentará a un tribunal de primera instancia. El empresario de 30 años, quien amasó su fortuna a través de plataformas de monedas y otros archivos digitales, tuvo un auge en bitcoin y otros activos digitales. Sin embargo, esta vez la desgracia tocó a su puerta, poniéndolo en riesgo de perder todo su patrimonio.
Luego de tener problemas para recaudar dinero, el 11 de noviembre la plataforma, lanzada en 2019 y con sede en las Bahamas, se declaró en bancarrota. Esto ocurrió para evitar el colapso cuando les comerciantes se apresuraron a retirar $6.000 millones de la plataforma en 72 horas. Pero desde ese momento, SBF usó $10.000 millones en fondos de clientes en secreto, para apuntalar su negocio comercial.
El arresto del magnate de FTX
Bankman-Fried tramaba ir en contra de sus exabogados en Sullivan y Cromwell. Así como también su plan incluía perjudicar al nuevo director ejecutivo de FTX, John Ray, y al operador de intercambio rival Binance.
Según vio la agencia Reuters en un borrador del testimonio, el empresario planeaba decir que los abogados lo presionaron para que renunciara al cargo de director ejecutivo y nombrara a Ray, tras el éxodo repentino de los fondos de clientes. Pero cuando cambió de opinión, luego de una oferta de miles de millones de dólares de nuevos fondos que sucedió a los pocos minutos, le dijeron que ya era tarde.
Según informó The New York Times, Bankman-Fried enfrenta cargos de fraude y lavado de dinero. Por otra parte, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos autorizó los cargos por separado debido a “violaciones de las leyes”, según un regulador del ente.
Por su parte, Bankman-Fried, en una entrevista en la cumbre Dealbook del New York Times, sostuvo que no cree tener ninguna responsabilidad penal ya que “nunca traté de cometer fraude”.
Problemas en la industria
La estrepitosa caída de FTX significó otro colapso para la industria de las criptomonedas, de por sí en detrimento. Este año otras piezas claves del mercado como Voyager Digital y Celsius Network han detenido sus minas. Si bien durante el 2022 Bitcoin se mantuvo estable, bajó más del 60%.
Bankman-Fried, uno de los personajes más pintorescos de la comercialización de cripto, adjudicó el problema a las tasas de intereses aplicadas a las mismas. De acuerdo con el acusado, su empresa comercial, Alameda, tenía un valor de activo neto de más de $50 mil millones y niveles de deuda afrontables. Al disminuir los activos digitales, estas cifras perdieron solvencia.
“El año pasado, mi patrimonio neto se valoró en 20.000 millones de dólares”, escribió Bankman-Fried. Y luego concluyó: “La última vez que vi, creo que mi cuenta bancaria tenía alrededor de 100 mil”.
Según informó Reuters, diferentes fiscales del Departamento de Justicia creen que la investigación de Binance arrojó evidencia suficiente del mayor intercambio de criptomonedas del mundo.
Contra la acusación, un portavoz de la empresa le confesó a Reuters que “no tenemos ninguna idea del funcionamiento interno del Departamento de Justicia de Estados Unidos, ni sería apropiado que comentáramos si lo tuviéramos”.
La defensa de Bankman-Fried
El abogado defensor, Renato Mariotti, aclaró que la defensa estará “completamente encajonada por las declaraciones previas que ha hecho SBF”. Además, agregó que le jugarán en contra las preguntas “muy incisivas” que respondió en la prensa y las redes.
Por el momento, Bankman-Fried no podrá testificar, comunicó la congresista Maxine Waters, pero el testimonio de Ray seguirá adelante. En su testimonio escrito, escribió: “Me gustaría comenzar declarando formalmente, bajo juramento: la cagué”. Después de eso, dio una explicación de cómo las cosas salieron mal en FTX y su fondo de cobertura Alameda Research. Además, incluyó críticas a Sullivan, Cromwell, Ray y Binance, por sus acciones al implosionar la empresa.
El antiguo CEO de FTX confesó que, a menos de 10 minutos de haber el nombramiento de Ray como ejecutivo de la empresa, recibió “una posible oferta de financiamiento por miles de millones de dólares”. Según explicó en su escrito, le dijo a su abogado que rescindiera el contrato firmado, pero le explicaron que “ya era demasiado tarde”.
Para concluir su descargo, Bankman-Fried confesó que desde entonces fue desconectado de FTX y que Ray no contestó sus correos que “ofrecían ayuda u otra información”.