El sobrepeso que padece el presidente de la nación, Alberto Fernández, ha sido un tema de “vital” relevancia para diversos comunicadores, que han manifestado expresamente discriminación. Tal es el caso del periodista Jorge Lanata, quien el domingo pasado criticó la figura del presidente durante la transmisión de su programa PPT, emitido por Canal 13.
Desde hace un mes, el primer mandatario argentino empezó un plan estricto para perder kilos y lo logró. “Me puse a hacer una dieta que inventé yo. Es la dieta de Alberto, muy simple: consiste en no comer”, declaró el pasado 6 de noviembre en el programa ¿Cómo la ves? de Radio Futurock.
También enfatizó que se puso un chip en la cabeza, “que dice, bajá de peso, no comer nada de las cosas que a uno más lo engordan”. Es importante remarcar, desde un inicio, que la ‘dieta Alberto’ no fue elaborada por ningún especialista, lo cual lo convierte en un hábito peligroso.
La dieta de Alberto Fernández, nada saludable, poco recomendable
En un marco de ingenuidad frente al cuidado de su salud, Fernández detalló que desayuna una manzana o pera rallada con avena, leche y jugo de naranja. “Al mediodía tomo un caldo que me hace bajar la ansiedad y el apetito”, contó. Luego “almuerza un bife con verduras grilladas”, agregó.
No obstante, antes de comenzar el régimen manifestó que “estoy más gordo porque, como nos pasa a muchos de nosotros, la angustia de este tiempo la canalizo comiendo dulces”.
En ese sentido, reveló su satisfacción por los efectos deseados de su auto-dieta. “Estoy contento porque bajé bastante de peso. Ahora, cuando me vean flaco, van a empezar a inventar qué enfermedad tengo”, sostuvo.
Sin embargo, para analizar este peligroso plan alimenticio del presidente, Nota al Pie, dialogó con la médica especialista en nutrición, Mónica Katz, quien además es creadora del método ‘No dieta’.
¿Qué tan perjudicial puede ser que el presidente haya creado su propio plan alimenticio?
El problema que tenemos es que todos opinamos sobre la comida y tomamos con liviandad la ciencia nutricional. El riesgo acá es que no es cualquier persona, es el presidente de la Nación con una llegada masiva de los medios de comunicación y está interviniendo en la gestión de la salud pública.
Por otro lado, está haciendo una percepción de que está obeso, esto también, dentro de un país con una obsesión nacional que es la delgadez, tiene su impacto sobre todo en los jóvenes
¿Es aconsejable una dieta con pocos carbohidratos?
Esa dieta es eficaz, pero no tiene seguridad de sostenerla. No bajás de peso porque bajás el hidrato. Por ejemplo, los japoneses y coreanos viven comiendo arroz y son flacos. El descenso de peso es porque dejás facturas, pizza. Y de hecho, bajar el hidrato genera mayor estrés.
El presidente manifestó que, con su dieta, cortó con el azúcar
Podés vivir sin azúcar, el tema es: ¿por qué voy a eliminarla?, si hoy en día no se la suprime al diabético. Sacarla es la estrategia para no comer un helado, chocolate, pero hay evidencias que, a mayor prohibición, mayor deseo y mayor descontrol.
¿Tomar caldo es aconsejable para bajar de peso?
El caldo antes de las comidas solo funciona si lo hacés diez minutos antes. Porque el líquido sale exponencialmente del estómago. Con lo cual, no te llena. Ahora, si lo tomás y comes después del bife, puede que sea una estrategia para comer menos.
¿Qué opina de la forma de desayunar del mandatario?
Está desayunando tres grupos de alimentos, lácteo, fruta y cereal. En ese sentido está bien. Pero toma un jugo, no son buenos. Hay que comer frutas enteras o licuadas, con la pulpa o con la cáscara bien lavada.
La importancia de consultar un especialista fue lo que el presidente no hizo
En Argentina tenemos expertos en nutrición en todos los hospitales públicos gratuitos del país. Es un privilegio que pocas naciones tienen. Lo primero que debería haber hecho alguien con impacto público y que está gestionando de alguna manera la salud pública con sus dichos es que acudan a consultar a un nutricionista de cualquier hospital del país.