Cuando una persona atraviesa un trauma, al superarlo crece. Los miedos son un sentimiento primordial de rechazo a lo desconocido, algo que tenemos que pasar para evolucionar como individuos. Ahora, ¿cómo se aplica esto a una ciudad entera? ¿Dónde se fijan los límites éticos de tal experimento? Esto es lo que se plantea en Estado de Miedo.
Durante 2021, James Tynion IV, en compañía de Jorge Jimenez, fue preparando este arco, que empezó en agosto de ese año. Comenzando con un especial llamado “Alpha”, terminó con “Omega” en diciembre. La trama ocupó los números del 112 al 117 de la serie regular. Esta serie plantea cómo afecta una medida opresiva en diferentes niveles sociales.
Batman es un personaje de a pie que, si bien se mueve en la Liga de la Justicia con seres similares a dioses, es un ser humano más. Esto hace que pueda ser utilizado para reflejar las problemáticas del ciudadano común, aprovechando la ciudad más peligrosa del país. Gotham se ha convertido en el laboratorio de las mentes más retorcidas.
Llegar a un estado de Miedo
Llegar a un estado de miedo
Luego de la toma de la ciudad por Bane, y la guerra donde Joker arrasó casi todo, Gotham está aún recuperándose de los golpes. Bruce Wayne ha perdido toda su fortuna, y mientras intenta reconstruir su grupo de lucha contra el crimen, aparece un nuevo jugador. Simon Saint logra, mediante varias artimañas, convencer al alcalde Nakano de establecer su programa “Magistrado”.
Luego de tantas desgracias acontecidas, el programa de Saint establece una fuerza paramilitar entrenada para enfrentar amenazas de alto calibre. No remplazarían a la policía, sino, reforzarían la defensa contra amenazas para las que el cuerpo policial no está preparado. Repentinamente, varias figuras de espantapájaros (Scarecrows) comienzan a aparecer esparcidas por la ciudad.
El principal activo del programa de Saint se llama Pacificador-01, nombre que se asigna a Sean Mahoney. Este fue el héroe del último ataque a Arkham. Sin embargo, Mahoney caerá en las garras de Scarecrow, y todo se irá por la borda. Para afrontar esto, varios focos de resistencia aparecerán, y cada elemento es crucial. La vida de muchas personas está en juego.
Construyendo un Estado de Miedo
Tynion se para sobre el último arco de Tom King, Ciudad de Bane, para construir el camino hacia Estado de Miedo. La intención es plantear la respuesta de una ciudad desesperada ante un estado de sitio legal, perpetrado por fuerzas privadas. En ese aspecto, la trama funciona. Sin embargo, peca en ser superficial. Los diferentes focos planteados reducen la posibilidad de ahondar en ellos.
Sin contar los tie-ins (líneas aledañas que desarrollan historias secundarias dentro del evento), se exploran varios puntos de vista. El Colectivo No Cordura, una agrupación de activistas contra la locura de Gotham; la búsqueda de Ivy debajo de la ciudad por parte de Harley; las Batgirls que son hackeadas por una Oracle corrupta; y claro, Saint, que pierde control sobre Mahoney.
Todos estos focos reducen el arco de Batman a solo superar el nuevo ataque de Scarecrow dirigido directamente hacia él, y enfrentarse a Mahoney. Aunque se basa en un aspecto fundamental en relación al encapotado, todo queda solo en la superficie.
La psicología como arma
Scarecrow es uno de los villanos más interesantes de la galería de Batman. El Doctor Jonathan Crane es un psicólogo al que su mente desequilibrada lleva a la locura por su obsesión con el miedo. Su plan requiere un control sobre los sujetos expuestos, pero el problema es controlar una ciudad entera. Es ahí donde Saint falla.
El punto débil del plan se basa en que todes respondemos de forma diferente ante el miedo. El control de la población en este punto es crucial, y es cuando se introducen los elementos de Jervis Tech (Mad Hatter), experto en control mental. Los dispositivos de Tech, basados en la hipnosis, en teoría deberían permitir el control de una población.
En este arco, se pone en evidencia cómo la conducción, ya sea por persuasión hipnótica, o solo un buen discurso, supera la fuerza bruta (“Magistrado”). Scarecrow no utiliza venenos o gases, solo figuras de él mismo que hacen que todes piensen que sucede algo más. Así y todo, la represión es algo inadmisible, y de la forma que sea, habrá focos de resistencia.
El punto fuerte de la obra
El arte de Jorge Jimenez es por lejos, lo más interesante de la obra. Las composiciones y el estilo del artista dan al cómic una sensación única para el lector. La forma en la que logra comunicar cada expresión, los escorzos, y el retrato de cada personaje, hacen el disfrute de toda persona que lea estas páginas.
El estilo de Jimenez permite que los Pacificadores, policías, justicieros, e incluso el Colectivo No Cordura (un grupo con estética cyberpunk) funcionen juntos. Todo se siente parte del mismo mundo, y al mismo tiempo, se percibe realista. Esto se completa con el color de Tomeu Morey, quien logra amalgamarlo.En Argentina, Estado de Miedo se encuentra licenciado por la editorial Ovni Press, quien lo edita en un tomo recopilatorio. La edición incluye la serie principal y los números Alpha y Omega como prólogo y epílogo de la historia.