Durante una semana, del 16 al 22 de octubre, se desarrolló en Beijing el XX Congreso del Partido Comunista de China (PCCh). El histórico evento, como adelantamos en Nota al Pie, tuvo como saldo principal la consolidación indiscutida del liderazgo de Xi Jinping. El mandatario, en un hito sin precedentes en la historia de China, asumió en el día de ayer su tercer mandato al frente del PCCh. Gobernará el gigante asiático, por lo menos, hasta el 2027.
De esta manera, el presidente chino ratificó un liderazgo que, en términos de poder y proyección estratégica, se asemejan a figuras como Mao Tse Tung y Deng Xiaoping. Mientras la prensa de Occidente centra la atención en difundir la imagen de retirada forzada del expresidente Hu Jintao para ilustrar el XX Congreso, China demuestra por qué es una potencia en ascenso.
En la primera sesión del XX Comité Central del PCCh, realizada el día de ayer, asistieron 203 integrantes titulares y 168 suplentes. Durante el Congreso fueron elegidas las nuevas autoridades del Comité Central del Partido y la Comisión Central del Partido para el Control Disciplinario. Después de ser reelecto nuevamente como Secretario General, el líder chino encabezó la reunión y pronunció el primer discurso de la Sesión Plenaria del Comité.
China: socialismo con sus particularidades y los objetivos del Partido
El domingo 16, en el Gran Palacio del Pueblo, en Beijing, se llevó a cabo la sesión inaugural. En nombre del XIX Comité Central del partido, Xi Jinping presentó un informe en el que desarrolló los éxitos de su gestión al frente de China. Además, planteó los desafíos del Partido y del pueblo Chino en los años venideros.
En el texto, que fue aprobado el pasado sábado por el XX Congreso Nacional, el líder chino resaltó que en la última década: “Acogimos el centenario del PCCh, iniciamos una nueva era de socialismo con características chinas y erradicamos la pobreza absoluta”. En ese sentido, según Xi, lograron “construir una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos”. Y así, el Partido cumplió el objetivo del Primer Centenario. Consiguió “hazañas que quedarán registradas para siempre en la historia de la nación China”.
El máximo mandatario de China, de esta manera, afirmó que el objetivo fijado para el Segundo Centenario es la construcción integral de un poderoso país socialista moderno. Pensando para ello el rol que deberá tener el Partido. Según Xi Jinping, “la tarea central del PCCh es unir y conducir al pueblo chino, de todos los grupos étnicos, en la materialización de ese objetivo”.
En este marco, para lograr la modernización china, la máxima autoridad del gigante asiatico destacó que es necesario mantener el liderazgo del PCCh y el socialismo con características chinas. Asimismo, el líder chino indicó que se debe “perseguir un desarrollo de alta calidad, desarrollar una democracia popular de proceso completo; enriquecer la vida cultural del pueblo y lograr una prosperidad común para todos”.
En tanto que, en relación a la política exterior de la potencia en ascenso, Xi Jinping señaló que buscan la construcción de “una comunidad con un futuro compartido para la humanidad”. “China adhiere a la política nacional de apertura al mundo exterior; y persigue firmemente la estrategia de un beneficio mutuo”, declaró el presidente.
La cuestión Taiwán, una prioridad
Si algo viene demostrando China es que, bajo el gobierno de Xi Jinping, el injerencismo de EEUU en Taiwán representa una línea roja. El líder chino denunció, en reiteradas oportunidades, que los separatismos son uno de los peligros más importantes para los Estados. En este sentido, fortaleció políticas bajo la máxima de Deng Xiaoping de “Un país, dos sistemas”. Así, el XX Congreso Nacional del PCCh actuó en consecuencia.
Xi Jiping sostuvo que “la resolución de la cuestión de Taiwán es asunto propio de los chinos; y deben ser los chinos quienes decidan”. El mandatario, asimismo, indicó que “la rueda histórica de la reunificación del país y la revitalización de la nación gira veloz hacia delante”. Y, por si no hubiese quedado claro, Xi Jiping alentó a “hacer realidad sin falta la reunificación completa de la Patria. Con certeza podemos cumplirla”.
Desde el XX Congreso Nacional, sin lugar a dudas, se envió un claro mensaje a Washington. Alertó: “Seguiremos luchando por la reunificación pacífica con la mayor sinceridad y el máximo esfuerzo; pero nunca prometeremos renunciar al uso de la fuerza”. En el histórico evento, además, se estableció una reforma integral de los Estatutos del PCCh. Así, buscan perseguir la máxima de Deng Xiaoping y luchar, tomando las medidas necesarias, contra las fuerzas separatistas que buscan la independencia de Taiwán.
Para ello, a su vez, se registró en el Estatuto del Partido el objetivo de “convertir al Ejército de China en una Fuerza Armada avanzada, de categoría mundial”. El PCCh, en este sentido, hizo propio uno de los principios rectores de la Política de Defensa de Xi Jiping, quien considera que solo se puede garantizar la seguridad de la Nación a través de un ejército fuerte.