La 22 edición de la Copa del Mundo se encuentra próxima y la expectativa es cada vez mayor. Sin embargo, con el correr de los artículos desarrollados, desde Nota Al Pie hemos dado cuenta sobre las distintas controversias sociales y lujos que rodean a Qatar.
Por último, hemos revelado las polémicas que rodearon su elección como sede mundialista. En esta oportunidad, pondremos el foco sobre el desarrollo inmobiliario del evento máximo. Además, expondremos las verdaderas “manchas” de estas edificaciones, en donde varias vidas se pusieron en juego, en pos del evento.
Datos para tener en cuenta
Como primer detalle, la cita se desarrollará en tan solo cinco ciudades, siendo su capital, Doha, el principal foco de atención. Para esto, debieron construirse ocho impresionantes estadios desde foja cero y con una tecnología asombrosa.
Una de las características que distingue a este mundial, de otros precedentes, es que todas las ciudades se encuentran en un radio máximo de 50 kilómetros. Estas son: Doha, Lusail, Rayyan, Al Khor y Al Wakrah. A siete de los ocho estadios se podrá llegar en subte directamente desde el aeropuerto. Por otra parte, solo uno exige una combinación más.
Para contrastar con el Mundial 2018 en Rusia, este contaba con 11 sedes y doce estadios, con Moscú en el centro del mapa. Había ciudades tanto al sur (como Sochi) como al norte (San Petersburgo) destacándose una distancia de más de 2.000 kilómetros entre ambas. El equipo que más recorrió en el evento fue Perú con más de 8.000 kilómetros en el lomo.
La tecnología dentro de los estadios no tendrá precedentes. El clima de Qatar es desértico y durante los meses del mundial se encuentra entre 20ºC a 30ºC. Es por ello que los ingenieros decidieron hacer un sistema de refrigeración dentro de los estadios, el cual funciona gracias a la energía solar. Se estima que haya una temperatura estable de 27ºC.
Cabe recordar que el Mundial se desarrolla por primera vez entre noviembre y diciembre debido a las altas temperaturas que hay en Qatar durante los meses de junio y julio. La temperatura oscila entre los 45º y 50ºC, haciendo imposible la práctica de fútbol.
“Al borde del campo de juego hay unos paneles que atraen el aire caliente hacia unas máquinas que hay debajo. Lo enfrían, lo purifican de polen y polvo, como también de piel y pelo humano; Y lo devuelven más frío hacia la gente”, explicaron meses atrás en una conferencia de prensa les desarrolladores del proyecto.
Conociendo los estadios
El escenario principal del atípico mundial será el Estadio Lusail. Lleva el nombre de la ciudad que lo alberga y tiene una capacidad de 80.000 espectadores. Su presupuesto de construcción fue el más alto: 2.105.000.000 USD. Además de albergar la final, la Selección Argentina jugará sus dos primeros encuentros en este estadio, enfrentando a Arabia Saudita y México.
El segundo más grande será el estadio Al Bayt, con una capacidad para 60.000 fanátiques. Su diseño conmemora el pasado del país y además apunta hacia el futuro cumpliendo con los objetivos planteados por la FIFA para la sostenibilidad de este mundial.
Luego se destacan los estadios de Al Thumama, Ciudad de la Educación, Al Janoub, Áhmad Bin Alí y el Internacional Khalifa. Son estadios para un público menor de entre 40 mil y 45 mil espectadores. Este último es el más histórico de Qatar, ya que fue sede de los Juegos Asiáticos, la Copa del Golfo y la Copa Asiática de la AFC.
El restante a mencionar es el Estadio 974 y tiene varias particularidades. Para su construcción se utilizaron contenedores de transporte, asientos desmontables y otros bloques modulares. El estadio será desarmado por completo una vez concluido el Mundial, y sus partes serán reutilizadas en otros proyectos.
No será el único que se transformará luego del mundial, ya que el estadio Lusail se convertirá en un espacio para la comunidad, con escuelas, tiendas, cafeterías, instalaciones deportivas y clínicas de salud.
El lado B de Qatar 2022
El producto final es espectacular, pero los pasos previos para llegar a tener esos mega estadios estuvieron rodeados de precariedad y explotación laboral. Estos llevaron a que miles de hombres murieran en la construcción de esos escenarios imponentes.
Jornadas interminables con temperaturas extremas, escasas medidas de seguridad y trabajo casi sin descanso para llegar al mundial, fueron las condiciones de los organizadores de Qatar para con los obreros que participaron. Además, se amenazaba con expulsar del país a quienes no aceptaran estos parámetros insalubres de trabajo.
Todo esto dejó un saldo de miles de trabajadores migrantes que perdieron la vida desde que comenzaron las construcciones. Según el diario, The Guardian, la cifra es de 6.500 muertes basándose en los datos proporcionados por los países de los cuales se originaban les trabajadores: India, Nepal, Sri Lanka, Pakistán, entre otros.
Amnistía internacional profundizó acerca de estas muertes y consiguió testimonios y certificados que comprobaban que las personas fallecidas gozaban de buena salud y tenían entre 30 y 40 años. La esposa de un trabajador fallecido aseguró: “Tenía que estar sentado bajo el sol durante mucho tiempo. Creo que tuvo un ataque al corazón por la sequedad y el calor, porque nunca había oído nada de que estuviera enfermo”.
Al presidente de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociación), Gianni Infantino, pareció no importarle mucho estas cifras. Este aseguró que las obras dieron dignidad y orgullo a les trabajadores de esos países. Además, se desligó de cualquier responsabilidad: “debo decir que la FIFA no es la policía del mundo ni tampoco la responsable de todo lo que sucede”.
Cuando se le consultó acerca de reparar el daño a las familias de les trabajadores muertos con alguna compensación económica, el titular del ente máximo del fútbol dijo que ya “habían conseguido introducir un salario mínimo y mejorar las condiciones laborales”.
Por último, se animó a asegurar que solo habían fallecido tres trabajadores en la construcción de los estadios y señaló: “Gracias a la FIFA y gracias al fútbol hemos podido abordar el estado de los 1,5 millones de trabajadores que trabajan en Qatar».