Mirta, María Alejandra, Patricia, Verónica, Agustina, Ludmila, Carla y Magalí fueron asesinadas por sus parejas y exparejas en la última semana. Las mujeres se suman a las otras 18 víctimas de femicidios en lo que va del mes de septiembre según el Observatorio Lucia Pérez.
Dicho padrón indica que durante el 2022 se cometieron 236 femicidios y, como consecuencia, 182 niñes quedaron huerfanes. Por su parte, desde que comenzó la presidencia de Alberto Fernández se contabilizaron 891 femicidios y 826 tentativas de este tipo de crímenes.
No están todas, faltan las asesinadas
El cuerpo de María Alejandra Abbondanza fue encontrado descuartizado y parcialmente incinerado en una casa de la ciudad bonaerense de Campana. El viernes pasado sacó a pasear a su perro y no regresó a su casa; desde ese momento comenzaron a buscarla.
Las cámaras de seguridad del barrio involucraron a su vecino, Agustín Leonel Chiminelli; a quien muestran con el perro de la mujer desaparecida y tirando pertenencias de la misma. Con esos datos, la fiscal dispuso un allanamiento en la casa del sospechoso. Allí hallaron los restos quemados de María Alejandra en la parrilla de la terraza; a raíz de lo cual, los efectivos aprehendieron a Chimineli y a sus padres.
Patricia Diana Jara, de 39 años, fue hallada sin vida en Ayacucho. La mujer padecía una discapacidad neuronal y vivía junto a la familia de su hermana. Pese a que argumentó que se trató de una muerte natural, por el femicidio quedó detenido su cuñado, Diego Jesús Bonomo, como sospechoso de haberla estrangulado.
Femicidios en Rosario
En Rosario, provincia de Santa Fe, Ludmila Orellana fue ejecutada con ocho disparos. Tenía 22 años y dos hijes. La joven fue citada a través de un mensaje de celular. Por su femicidio investigan a “Pachu”, un hombre condenado por homicidio, con quien salió algunas veces y la amenazaba.
En la misma ciudad, cuatro niñes fueron testigos del doble femicidio en el barrio Nuevo Alberdi. Magalí Páez y Carla Cabaña fueron baleadas dentro de su casa. Según indicó el fiscal, Patricio Saldutti, resta determinar si el atacante estaba dentro del inmueble y les disparó después de una discusión, o si fue al lugar para ejecutar el crimen.
Bajo el lema «Por una primavera sin muertes», las Mujeres de la Matria Latinoamericana (MUMALÁ) se reunieron en la sede rosarina de Gobernación con funcionarios provinciales para pedir la sanción de la Emergencia en Violencia de Género.
El relevamiento de este espacio indicó que en lo que va de 2022 se registraron en la provincia 11 femicidios; 2 travesticidios; 40 muertes violentas vinculadas a economías delictivas; 1 suicidio femicida; 2 muertes en investigación y 14 intentos de femicidio.
Femicidios seguidos de suicidio
Mirta Cabrera, de 57 años, fue asesinada a puñaladas en su casa del partido bonaerense de Tres Lomas por su esposo Héctor Mansilla (63). El femicida huyó en un auto y se suicidó al chocar a alta velocidad contra un camión en la Ruta Nacional 33.
Los investigadores descubrieron primero la muerte de él tras el choque de su auto, pero cuando acudieron a su vivienda para avisarle a su esposa la hallaron sin vida. Les hijes de la mujer, que vivían en la parte trasera del terreno, escucharon una discusión pero como ella les respondió que estaba todo bien, regresaron a su casa a dormir.
Del mismo modo, en La Plata encontraron asesinada a una pareja. La principal hipótesis establece que Agustina Leila Roumec (23) fue asesinada a puñalas por Sebastián Manuel Cipriano (26), quien luego se quitó la vida. Los dos fallecidos fueron novios durante seis años pero la relación terminó hace seis meses.
Horas antes, en Loma Hermosa, Verónica Villalba de 52 años fue asesinada por su ex Hugo Marchi. El femicida le dio cuatro tiros en el interior de la panadería donde la mujer trabajaba y, luego, se suicidó.
¿Por qué se suicida el femicida?
Cuando una mujer es asesinada por cuestiones de género, muchas veces la investigación judicial desaparece por la muerte del acusado. El primer Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina contó 225 muertes de mujeres en 2014; 39 de estos casos no pudieron ser juzgados por el suicidio del imputado tras cometer el crimen.
Según estadísticas de La Casa del Encuentro, entre 2018 y 2020 hubo 872 crímenes de género contra mujeres y travestis. 159 asesinos se quitaron la vida después de perpetrar estos delitos. Es decir, uno de cada cinco femicidas.
“El suicidio parece el último acto de violencia, la crueldad extrema. El femicida le quita la vida a la víctima y después le quita la posibilidad de Justicia a su familia”, explicó a DiarioAR la abogada Natalia Gherardi, titular del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).
Desde la Casa del Encuentro describen que “el agresor tiene una obsesión con la mujer a la que agrede, a la que considera un objeto personal, por lo que su vida pierde sentido porque ya no hay objeto al que perseguir”. También aclaran que el suicidio no se debe a “estar arrepentido, ni sentir culpa, ni por sentir temor a una condena social”.