Cada 20 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Concientización sobre el Crecimiento Infantil. Lejos de ser una cuestión meramente estética, se busca educar e informar a la población sobre los transtornos de talla baja. Se destaca la importancia de realizar controles de rutina con pediatras desde el nacimiento; que incluyan el chequeo general y la medición de altura a lo largo del tiempo, para el diagnóstico temprano.
Si les niñes gastan la ropa antes de que les quede pequeña, son mucho más bajes que otres de su edad o miden menos que sus hermanes menores, podría indicar un problema de crecimiento. Los controles de rutina son fundamentales en los primeros tres años de vida y son clave para detectar los trastornos de talla baja.
Nota al Pie se comunicó con Inés Castellano, presidenta de la Asociación Civil Creciendo. Allí acompañan a niñes con trastornos del crecimiento y a sus familias, brindándoles contención y asesoramiento. Además, promueven la concientización y la detección temprana.
Indicadores de crecimiento
“La talla baja en sí no es un diagnóstico; no es una patología, sino que es un síntoma. Es algo que podemos observar, que puede ser un signo de alerta y puede llevarnos a sospechar que algo no funciona bien; y así hacer los estudios correspondientes”, comenzó explicando Castellano.
Existen signos de alerta que podrían indicar la existencia de problemas de crecimiento. “Es importante consultar al médico si el niño o niña gasta la ropa antes de que le quede pequeña; si es mucho más bajo o baja que los otros chicos o chicas de su edad; si lo confunden con un niño o niña de menor edad; si es más bajo que sus hermanos más chicos; y, cuando pasa el tiempo, el ruedo del pantalón no cambia”, indicó Castellano.
“Hay que evaluar el crecimiento en los niños en todas las etapas: prenatal; intrauterina; lactancia; edad preescolar y escolar; y durante la adolescencia”, remarcó. En cada una de estas etapas no crecen al mismo ritmo. “A medida que se hagan los controles correspondientes con los pediatras, esto va a ser evaluado para saber si está evolucionando bien”, agregó.
¿Cuáles son las causas de la talla baja?
“El crecimiento evoluciona paulatinamente; y muchos factores pueden interferir afectándolo y haciendo que se provoque un estancamiento”, comentó Castellano. No todos los chicos de la misma edad miden lo mismo; pero hay diferencias que escapan a los parámetros normales, conforme a las tablas de referencia de crecimiento. “Cuando se aparta de eso, ya podríamos hablar de una cuestión que llama la atención y que debe ser evaluada”, resaltó.
“Hay muchos factores que pueden influir; como endocrinológicos; nutricionales; enfermedades crónicas severas; ser prematuro; obesidad; situaciones de estrés o emocionales”, explicó. Existen varios síndromes genéticos; y dentro de los trastornos endocrinológicos se encuentra el hipotiroidismo, que si es diagnosticado tarde puede causar trastornos intelectuales.
Otras de las causas son el déficit de hormona de crecimiento y las afecciones del sistema nervioso central, como tumores cerebrales. También puede suceder el retardo de crecimiento intrauterino, que consiste en que el bebé deja de crecer durante la gestación. En este punto es fundamental también realizar los controles obstétricos. El abanico de patologías es amplio; y es clave detectar cualquier alteración a tiempo para llegar al diagnóstico temprano.
Acompañando el crecimiento
La Asociación Civil Creciendo, que cumplió 35 años, fue creada por un grupo de padres que tenían una necesidad muy concreta: asegurar la cobertura de tratamiento para sus hijes. En la mayoría de los casos se trataba de la aplicación de la hormona de crecimiento; con un alto costo monetario. Consiguieron crear el programa nacional que cubre el tratamiento de les niñes sin cobertura; y luego esto fue ampliado a que sea cubierto también por prepagas y obras sociales.
Como a muchas familias se les dificulta el acceso real a la cobertura, desde la Asociación cuentan con un departamento legal para asesorarlas; y en algunos casos también iniciar acciones legales.
“Las familias atraviesan diferentes etapas; como la sospecha, la confirmación de diagnóstico, el inicio de tratamiento; junto con las dificultades para realizarlo en el día a día; resistencias, temores, culpas. Eso requiere de un acompañamiento desde lo emocional”, comentó Castellano. Por eso, brindan talleres terapéuticos para todas las edades.
“Realizamos difusión para permitir abrir los ojos, sospechar sobre síntomas; que eso lleve a una consulta precoz. Tener un diagnóstico a tiempo posibilita tener un mejor pronóstico, mejor resultado con los tratamientos, si están disponibles”, agregó.
También llevan a cabo jornadas para pediatras y docentes, que son quienes pueden detectar la talla baja, al estar en contacto frecuente con les niñes.