El pasado lunes en el aeródromo de Fürstenfeldbruck (Alemania), se llevó a cabo el acto conmemorativo a 50 años del atentado ocurrido en los Juegos Olímpicos (JJOO) de 1972. El Gobierno alemán pidió disculpas a les familiares de las víctimas por la tardanza del homenaje. También estuvo presente el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) y el jefe de Estado de Israel.
Entre el 5 y 6 de septiembre de 1972, mientras se llevaban a cabo los Juegos Olímpicos, ocurrió la denominada Masacre de Múnich. En el trágico hecho, un grupo terrorista palestino, llamado Septiembre Negro, organizó un ataque a la delegación de Israel. Fueron asesinados 11 integrantes del equipo israelí. En el suceso, también murieron un policía alemán y cinco de los atacantes palestinos.
A pesar de la tragedia, por entonces el COI decidió la continuidad de la competencia deportiva, la cual sólo se detuvo durante una jornada. Fue así que el evento siguió hasta el 11 de septiembre. A partir de allí, les familiares de las víctimas reclamaron por décadas un reconocimiento conmemorativo oficial y una compensación económica.
Durante estos años, la mencionada petición no fue escuchada ni tenida en cuenta hasta hace pocos meses. En el marco de los JJOO de Tokio, en 2021, se produjo un recordatorio de les atletas y entrenadores en la ceremonia inaugural. Además, en la previa al acto conmemorativo de este lunes, el gobierno alemán acordó una indemnización a les familiares.
El pedido de disculpas de Alemania
El presidente germano, Frank-Walter Steinmeier, encabezó la ceremonia en el lugar donde hace 50 años ocurrieron parte de los tristes hechos. Su discurso comenzó con la mención de los 11 israelíes asesinados. Tras ello, el mandatario pidió disculpas al pueblo de dicho país y reconoció que en ese momento su nación no ofreció la seguridad adecuada.
“No podemos corregir lo que pasó. Me siento avergonzado. Como jefe de Estado de este país, y en nombre de la República Federal de Alemania, pido perdón por la protección insuficiente de los atletas”, consideró el político.
También se refirió a la demora en las compensaciones a les allegades. A su vez, comentó que la presencia en el acto de les familiares de las víctimas dio dignidad a la conmemoración.
Luego, tomó la palabra el presidente de Israel, Isaac Herzog, quien agradeció el discurso de su par alemán. El mandatario expresó que en la masacre “se profanó la sagrada solidaridad del deporte y se manchó la bandera olímpica con sangre”.
El Comité Olímpico Internacional también expresó sus sensaciones
El acto tuvo como orador a Thomas Bach, presidente del COI. El exesgrimista sostuvo que el 5 de septiembre de 1972 fue “el día más oscuro de la historia olímpica”. En este sentido, agregó que “lo que inició con tanta paz y alegría terminó en un sufrimiento inconcebible”.
El también abogado manifestó que hasta en la actualidad “el ataque nos llena de horror, vergüenza y disgusto”. Además, remarcó que el hecho fue una ofensa a los valores olímpicos.
Frente a la presencia en el lugar de les seres querides de las víctimas, Bach se solidarizó con elles y manifestó que comparte su dolor. Para cerrar, aseguró: “Los miembros asesinados del equipo olímpico israelí fueron, son y serán siempre parte de nuestra comunidad”.