El 24 y 25 de agosto se llevó a cabo el II Congreso Internacional de Cannabis y Cáñamo. Estas son jornadas impulsadas por la Confederación Cannábica Argentina y el equipo de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Participaron especialistas nacionales e internacionales para debatir sobre el posible futuro productivo de la industria cannábica.
En marco del congreso y los debates, Leandro Ayala, el titular de la Confederación Cannábica, afirmó que el evento es un lugar para persuadir a los empresarios de que hay una actividad productiva para desarrollar.
El entramado de empresarios, funcionarios de organismos nacionales, legisladores, integrantes de organizaciones relacionadas al cannabis, y especialistas en economía, en derecho y en género piden: la regulación del cannabis de uso adulto para que sea posible expandir las fuentes laborales, e impulsar que crezca la actividad en el sector.
Industria cannábica y empleo
Durante el evento, se elevó la relevancia de la Ley 27.669. Esta brinda regulación para el desarrollo de la industria cannábica medicinal y el cáñamo industrial.
“Se ha colocado la piedra basal para poner en marcha la construcción de un proyecto cannábico, de un modelo productivo con valor agregado, con trabajo calificado; que muestra que la fusión y el trabajo conjunto de ambos sectores es una de las claves para transformar nuestro país”, comentó Ayala
Asimismo, estableció que la ley debe contemplar como prioridad a las pymes para un fuerte desarrollo de la industria a nivel global. Para que sea posible, se estima que es necesario crear el estatuto del trabajador cannábico; además, un fondo fiduciario para solventar los proyectos de aquellos productores que no cuentan con los medios para desarrollarse.
Por otra parte, Piero Liebman, abogado y especialista en cannabis y cáñamo, planteó la necesidad de una regulación que acompañe a los pequeños productores. Estos deben ser tratados como trabajadores con derechos garantizados, porque fueron quienes impulsaron el conocimiento sobre cultivo hasta el momento.
El titular de Agrogenética Riojana SAPEM, Benjamín Enrici, sostuvo que la reglamentación del cannabis y el cáñamo tiene que pensar en el mercado interno. A su vez, mencionó que, una vez establecida la ley industrial, favorecerá a la generación de puestos de trabajo.
Este fue un tópico que también resaltó la diputada nacional del Frente de Todos, Mara Brawer. En su exposición en el panel “Hacia un proyecto de cannabis y cáñamo nacional” sostuvo que la reglamentación va a priorizar las pequeñas empresas, las cooperativas y las economías regionales; para generar puestos de trabajo en las localidades y así desarrollar una industria nacional que sustituya importaciones.
Materia prima e innovación
El director nacional de Articulación Federal del Instituto Nacional de Semillas (INASE), Gabriel Giménez, se posicionó en apoyo de la industria nacional y las pymes.
En ese sentido, mencionó como algo destacado la habilitación de la venta legal de semillas en la Argentina. En la actualidad hay cuatro genéticas nacionales y a fin de año estiman que tendrán más de una docena.
«Es el aporte que hemos hecho a la reglamentación, con eje en generar valor agregado, y poniendo en valor la industria de la semilla en Argentina», dijo.
Por su parte María Apólito, ex secretaria de Economía del Conocimiento comentó sobre la relación entre la academia y la investigación del cannabis: «Hay herramientas para que los productores puedan acceder a la innovación y generar así conexión entre el mundo científico y el de las pymes».
Además sostuvo que todos los productores tienen que estar cerca del conocimiento y la innovación. «Argentina tiene profesionales que le pueden aportar mucho a la industria del cannabis», concluyó.