Luego de los aumentos del dólar y el índice de inflación que en agosto fue del de 2,5%, algunos rubros que suelen pasar desapercibidos comenzaron a presentar serios problemas. Entre ellos figura la industria de los libros que, además de una suba de precios que ronda entre el 30% y 50% aproximadamente, ahora padece la escasez del papel que se utiliza para su producción.
Al respecto, el presidente de la Cámara Argentina del Libro (CAL), Martín Gremmelspacher, comentó que el precio de esta materia prima subió un 140% de diciembre de 2021 a hoy. Además, explicó que escasea el papel obra que es el que se usa generalmente en las editoriales.
Escasez de papel
“Nos abastecemos de papel nacional, tanto de Celulosa como de Ledesma. Las dos compañías suelen tener como mínimo un retraso de 30 días en la entrega; hay que pagarlo y esperar un mes. Pero eso era hasta hace poco: ahora toman el pedido y lo facturan en el momento de la entrega”, contó en diálogo con La Nación.
Al respecto, Gremmelspacher lamentó: “Estamos en una situación de incertidumbre total y no hay una solución a la vista”.
Lo recaudado no dura nada
Días atrás en la Ciudad de Buenos Aires se realizó una nueva edición de la Feria de Editores (FED) que reúne a lectores con sellos independientes de Argentina y Latinoamérica. Según informaron, el evento fue un éxito durante los tres días que duró y contó con la visita de aproximadamente 18 mil personas.
Sin embargo, no sólo no pudo superar el récord de ventas del año pasado sino que lo recaudado para algunas editoriales no logró cubrir los costos de nuevas publicaciones.
“El domingo festejamos la que fue la mejor FED de nuestra vida. Y el lunes cuando vi el presupuesto del próximo libro e hice las cuentas la angustia fue tremenda”, contó el fundador y editor del sello Marciana, Denis Fernández.
Además, el dueño de esta editorial independiente explicó que las ganancias de la feria representan entre el 40% y el 50% de lo que ganan en todo el año y que en esta oportunidad generaron 400 mil pesos.
Sin embargo, la ilusión del dinero duró poco porque, según comentó Fernández, al día siguiente el presupuesto para encarar un libro que publicarán en octubre fue de 391 mil pesos. “Se va todo ahí”, aseguró al mismo tiempo que sostuvo que el problema más grande es la hiperinflación del precio del papel.
“La explicación de la imprenta fue que el papel de tapa subió 150%, y el problema no es en la imprenta sino en la industria papelera: sólo hay dos proveedores para toda la Argentina y eso hace que no haya opciones ni competencia”, agregó.
Por último, el fundador de Marciana denunció que “muchos proveedores se quedan con que el dólar llegó a 350 pesos sin tener en cuenta de que después bajó a 290 o 300”.
Una solución que no deja de ser un problema
Para enfrentar esta suba desmedida de los precios y el problema en la falta del papel, el sector editorial en Argentina debe recurrir a sacar menos ejemplares de cada título; e incluso suspender algunos que iban a reimprimirse.
“En Siglo XXI aumentamos los precios por el aumento del papel, pero además suspendimos por el momento algunas reimpresiones que teníamos previstas de tiradas de mil ejemplares porque el valor unitario nos queda tan alto que creemos que nadie va a comprarlos”, sostuvo el director editorial Carlos Díaz.
Asimismo, comentó que desde la editorial están preocupades y siguiendo el tema, aunque creen que va a acomodarse “como suele indicar la historia argentina”.
Sin embargo, a la “solución” de menos cantidad de impresiones se le suma otro problema y es la llegada que ese libro tendrá. En ese sentido, desde las editoriales aseguran que bajan las tiradas para poder tener novedades. “Y también por la baja en las ventas. Las dos cosas. Porque se va a lo seguro, más seguro todavía”, señalaron.