El 17 de agosto de 1913, en el barrio porteño de Caballito, nació Oscar Alfredo Gálvez. Oscar fue el tercer varón del matrimonio español conformado por Matilde Orlando y Marcelino Gálvez. Sin saberlo, aquel niño, que a sus 10 años comenzó a trabajar en el taller de su hermano, se terminó convirtiendo en uno de los más destacados íconos argentinos del automovilismo.
Los hermanos Gálvez eran cinco: Marcelino Luis, Alejandro, Oscar Alfredo, Juan y Roberto. Tanto Oscar Gálvez como su hermano Juan, nacieron con una pasión inusitada por la mecánica y los autos. Para 1934, adquirieron su primer vehículo: una Ford T modelo 1927, que usaban para correr.
Un 5 de agosto de 1937, el Turismo Carretera comienza a trazar la historia sobre las calles y rutas argentinas para consagrar campeones automovilísticos. Ese mismo día, Oscar Gálvez participó de la primera carrera (que era de Buenos Aires hasta Santa Fé) con un Ford T ´35 con el Nº 58 en ambas puertas.
Su tiempo en la pista fue de 3h 01m 01s para los primeros 361 kilómetros, quedando en la sexta colocación. Finalmente, en la segunda etapa de la carrera volcó. Pero eso no fue problema para Oscar: detrás de esa derrota vinieron los grandes éxitos de su carrera.
Los Gálvez: un apellido con renombre automovilístico
“El Aguilucho” o “Tito” fue el primero en vencer a pilotos europeos en la Fórmula 1. Esto sucedió el 6 de febrero de 1949, cuando en un Alfa Romeo 3.800cc se impuso en el circuito porteño de Palermo. Y luego como visitante en Europa se impuso nueve veces.
El Ford T fue el vehículo que lo llevó a la victoria varias veces en su carrera; en el Turismo Carretera (TC) ganó cinco veces en los años: 1947, 1948, 1953, 1954 y 1961. Fue seis veces subcampeón en los años: 1939, 1949, 1956, 1957, 1958 y 1960 y ganó seis Grandes Premios en: 1939 -dos veces- 1947, 1954, 1960 y 196.
Más allá de los triunfos que fue obteniendo, Oscar Gálvez debía atravesar la dura tarea de no solo competir sino también la de preparar su vehículo, ya que, para esos tiempos, no había preparadores de motores, ingenieros de pistas o mecánicos que afinen la carburación.
Dicho trabajo, era realizado por los hermanos Gálvez, una de esas hazañas fue en 1940, cuando tuvo que cambiar una caja de velocidades, en 28 minutos, en el Gran Premio Internacional del Norte.
De las hazañas, los triunfos y su historia Oscar Gálvez se encuentra en el cuarto puesto de la tabla histórica de ganadores del automovilismo, con un total de 43 victorias de 169 carreras. Su hermano Juan lidera la estadística con 56 victorias, seguido por Roberto José Mouras con 50 y Juan María Traverso con 46.
“El Aguilucho” compitió entre 1937 y 1964, en 23 temporadas y fue el único argentino en ganarle a los europeos en las competencias del Grand Prix.
El deporte como modo de vida
El 18 de enero de 1953, Oscar Alfredo Gálvez participó de forma oficial en el Primer Gran Premio de la República Argentina en el Autódromo de Buenos Aires. Manejando un Maserati quedó quinto en la tabla de posiciones.
Pero más allá de sus logros deportivos, fue uno de los pioneros en usar casco y cinturón de seguridad en nuestro país, como así también de utilizar jaula antivuelco y trabas en las puertas del vehículo. Además, fue también uno de los pioneros en pintar con publicidad el vehículo.
El apodo que se ganó en vida surgió de un vuelco que tuvo, de casi 200 metros de altura, con su Ford en donde viajaba con su hermano Juan. Anecdóticamente contó que su auto tenía una falla en las luces y saliendo de un túnel con una curva cerrada cayó al vacío. Él salió despedido (terminando con fractura de clavícula y omóplato) y su hermano Juan quedó en el vehículo.
En esta hazaña deportiva, los corredores que venían detrás Musso, Pérez, Fangio, Marcilla y Américo Cianfagna encontraron a los hermanos Gálvez y los llevaron a un hospital de Lima (Perú).
Un homenaje y un retiro que coronó su carrera
El 18 de octubre de 1964, a los 51 años, Oscar Gálvez se retiró del mundo automovilístico manejando un Ford Falcon en la Vuelta de Junín. De allí, se dedicó como director deportivo de Ford, donde ganó siete campeonatos.
Estos fueron con Héctor Luis Gradassi, en 1972, 1974, 1975 y 1976, con Nasif Moisés Estéfano (único campeón póstumo) en 1973. Y, finalmente, con Juan María Traverso, en 1977 y 1978.
El 12 de marzo de 1989, el Autódromo de Buenos Aires pasó a llamarse Oscar Gálvez. Luego de una caravana por la ciudad, el autódromo convocó a 35 mil personas. Fue la primera y única vez que el lugar contó con tantas personas sin que hubiera una carrera automovilística.
Quienes asistieron como invitados fueron Fangio, Froilán González, Carlos Alberto Reutemann y Luis Rubén Di Palma, entre otres. A partir del 2005, el autódromo pasó a llamarse Oscar y Juan Gálvez. Esto se explica ante el trágico suceso de Juan, quien perdió la vida en un accidente en una carrera de TC en Olavarría el 3 de marzo de 1963.
Finalmente, un 16 de diciembre de 1989, Oscar Alfredo Gálvez falleció a causa del cáncer de páncreas, en su casa de Palermo. Tenía 76 años y marcó la historia del automovilismo argentino. Sus hazañas, sus logros y su vida lo llevaron a lo más alto consagrándose con su hermano como los mejores corredores del TC.