Luego de conocerse la intención de compra de la editorial Simon & Schuster (S&S) por parte de su rival Penguin Random House (PRH), a fines de 2021 el gobierno de Estados Unidos realizó una demanda civil antimonopolio para bloquear la propuesta. La denuncia había sido presentada por el Departamento de Justicia estadounidense ante un tribunal federal del Distrito de Columbia.
En el escrito, el Ejecutivo alegó que la adquisición permitiría a Penguin Random House -la mayor editorial del mundo- tener una influencia desmedida sobre los libros publicados en el país del norte.
Además, el Departamento de Justicia señaló que ambas editoriales compiten para comprar manuscritos. En ese sentido, aseguraron que el mecanismo es ofrecer como adelanto una gran cantidad de dinero e importantes contratos para les autores.
Sin embargo, advirtieron que si la compra se concreta, esa competencia sería eliminada y, por consiguiente, les autores tendrían menos ganancias.
Los argumentos de Penguin Random House
A días de comenzado el juicio por el que la gestión de Joe Biden pretende evitar la fusión entre Penguin Random House y Simon & Schuster, el Director Ejecutivo de PRH, Markus Dohle, declaró ante la justicia. Durante su testimonio defendió la política de licitación, aunque también reconoció que la compra establecería a la editorial como la más grande del país.
Además, el Director Ejecutivo también admitió que a pesar de prometer que ambas empresas competirán entre sí para obtener acuerdos con autores, la compañía matriz no está obligada legalmente a cumplir con ese compromiso.
Sin embargo, acerca de la posición de Simon & Schuster para competir por libros tras la fusión, Dohle expresó que desde PRH quieren “mantenerlos tan externos e independientes como sea posible”.
Sobre esto último, el reconocido autor Stephen King bromeó diciendo que desde la empresa compradora “podrían decir también que es como si un esposo y una esposa compitieran entre sí en la misma casa”.
Por otro lado, con respecto a la acusación de “amenaza” para la industria editorial, Dohle sostuvo que no viene de esta consolidación, sino del contenido por suscripción o a bajo costo, como los e-libros.
En ese sentido, el Director Ejecutivo de PRH apuntó contra compañías como Amazon y Disney, y aseguró que estas plataformas digitales cuentan con acceso sin restricciones. En tanto, Markus Dohle resaltó que eso se trata de “la mayor amenaza a la industria”, pero especialmente al ingreso del autor.
¿Qué es lo que está en juego?
El mercado editorial que funciona en Estados Unidos ya se consideraba concentrado por las que se denominan como “las cinco grandes”. Entre ellas se encuentran PRH; Hachette; HarperCollins; S&S y Macmillan.
Por eso desde el Departamento de Justicia de Estados Unidos argumentan que si PRH -la editorial número 1- adquiere a S&S -la editorial número 4- “sus ingresos combinados serían el doble de aquellos de su competidor más cercano”.
Asimismo, aseguraron que el resto de las consecuencias recaerían sobre les autores porque perderían poder de negociación ante un monopolio de mercado. Es decir, sus propuestas sólo serían evaluadas por un único comprador.
Por último, y no menos importante, las consecuencias también afectarían a los consumidores. De esta manera, les denunciantes sostienen que la fusión editorial “causaría una reducción en la cantidad y variedad de libros publicados por la empresa combinada”.
“La concentración, además, tiende a reducir la calidad, el servicio, la variedad y la innovación”, señalaron también desde el Departamento de Justicia al mismo tiempo en que sostuvieron que la maniobra de PRH “es en principio ilegal”.