Este miércoles, a través del Decreto de Necesidad y Urgencia 423/2022, fueron declaradas como Bien de Interés Artístico Nacional las películas del histórico director argentino Leonardo Favio.
Dicha especificación tuvo como fin evitar que sus filmes cayeran en una subasta judicial. Estaban envueltas en dicho conflicto tras la quiebra de Negocios Cinematográficos S.A., dueño de las cintas. Se trata de las películas: Crónica de un niño solo (1965), El Dependiente (1969), Nazareno Cruz y el Lobo(1975), Soñar Soñar (1976) y Gatica(1993).
“Se considera que las imágenes en movimiento son una expresión de la personalidad cultural de los pueblos. Y que, debido a su valor educativo, cultural, artístico, científico e histórico, forman parte integrante del patrimonio cultural de una nación” explica el decreto expedido el miércoles.
Para fundamentar la intervención en dichas obras, el Gobierno apeló a la Conferencias General de la Unesco de 1980. Allí se estableció la Recomendación sobre la salvaguarda y la conservación de las imágenes en movimiento.
Por último, señala: “un modo fundamental de registrar la sucesión de los acontecimientos. Y que por ello constituyen, debido a la nueva dimensión que aportan, testimonios importantes. Y a menudo únicos de la historia, el modo de vida y la cultura de los pueblos, así como de la evolución del universo”.
¿Quién fue Leonardo Favio?
Leonardo Favio nació el 28 de marzo de 1938 en Mendoza bajo el nombre de Faud Jorge Jury. Fue un reconocido cantante, compositor, actor, director y productor de cine. Sus películas son consideradas icónicas y su paso por el séptimo arte, ha dejado legado inimaginado e histórico para el cine argentino.
Leonardo Favio logró posicionarse, primero, como actor, de la mano de Leopoldo Torres Nilson. Y, casi en paralelo, como cineasta. Algunas de sus películas más recordadas son El amigo (1960), Juan Moreira (1973), Romance del Aniceto y la Francisca (1975), Nazareno Cruz y el Lobo (1975) y Soñar, soñar (1976).
Su carrera de cantante y compositor llegó un tiempo después cuando, invitado por un amigo, se presentó en el emblemático programa de televisión La botica del Ángel. A partir de entonces, firmó contrato con una importante discográfica con la que produjo y lanzó muchos de sus hits románticos. Estos le dieron fama y popularidad, tanto a nivel local como internacional; y realizó múltiples giras por toda Latinoamérica.
Alternó las carreras de actor y director con la de estrella de la canción romántica a lo largo de toda su vida. Su propósito era gestionar y financiar sus producciones cinematográficas con las ganancias que le dejaba la música. Fuiste mía un verano y Ella ya me olvidó fueron algunos de sus temas más exitosos.
Su costado político
Desde pequeño mantuvo compromiso y afinidad al movimiento peronista. Nunca fue un militante activo, pero sus películas expresaban su ideario político. Se reunió en varias ocasiones con Juan Domingo Perón y siempre le mostró su apoyo incondicional.
De hecho, fue el encargado del evento cuando Perón vuelve del exilio en 1973 que terminaría con la trágica Masacre de Ezeiza. Con el golpe militar del 76, Favio se vio obligado a exiliarse del país.
En su película Gatica realizó una reconstrucción histórica de la década del 50, momento en que coincidieron el púgil Jose María Gatica y Perón. En 1999 fue el director de la película Perón, sinfonía del sentimiento.
El objetivo de este film era «apretar la historia del peronismo en cinco horas para que sea amena, atractiva para los jóvenes, que no tinte al zapping y sea veraz». La película está dedicada, entre otros, a la memoria del expresidente Héctor J. Cámpora, del cantante Hugo del Carril, del pintor Ricardo Carpani y del escritor y periodista Rodolfo Walsh.