Puta feminista: Historias de una trabajadora sexual es el primer libro de Georgina Orellano, quien es trabajadora sexual y secretaria de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar). Georgina define su obra como una biografía colectiva que aborda el trabajo sexual. A través de las páginas, la autora narra en primera persona sus vivencias y deja atrás los prejuicios, el desconocimiento y el estigma del imaginario social que se repite sobre las trabajadoras sexuales.
“La gente me decía: ‘Escribís muy lindo’, y eso es parte del estigma, la puta no puede hacer nada que no sea ser puta, menos se espera que escriba”, expresó en diálogo con el medio La Tinta. También agregó: “Bueno, hoy hay un libro con mis historias, que son las de muchas también”.
Las putas como protagonistas
En sus inicios, el libro cita a Silvia Federici, quien instaló la idea de que “el trabajo sexual es una forma de explotación, pero no es la única”. A lo largo de los capítulos, la protagonista cuenta cómo comenzó a trabajar y el momento en qué le contó a su entorno. Además, narra hechos impactantes, desde una violación por parte de la policía, hasta la relación con algunos clientes.
En estas historias cotidianas, las putas ya no están en lugares secundarios, son protagonistas. Esto atenta contra la imagen de víctimas y contra el aislamiento impuesto muchas veces por la sociedad.
El trabajo sexual y un ambiente hostil
A su vez, el libro muestra las malas condiciones a las que deben enfrentarse las prostitutas a la hora de ejercer su trabajo. Georgina, lejos de romantizar la profesión, explica que es un trabajo que debe ser reconocido y reclama por un Estado presente.
Otro tópico que intenta desmitificar el libro es el amor romántico dentro del trabajo sexual, la idea de que un cliente llegará para salvar a la prostituta. En el relato puede verse como la narradora no es salvada por clientes o feministas sino por la organización sindical y el compañerismo de las trabajadoras.
Para quien no conozca el mundo de las trabajadoras sexuales, el libro puede ser una cantera para curiosear. En tanto, para los feminismos, se planta como un hilo más del que tirar en un debate histórico.
Sobre Georgina, autora de ‘’Puta feminista’’
Georgina Orellano tiene 35 años y desde los 19 es trabajadora sexual. En la actualidad es la secretaria general del Sindicato de Trabajadores Sexuales de Argentina.
Su papá murió cuando ella tenía 7 años, desde entonces su mamá empezó a trabajar como empleada doméstica mientras ella y sus cinco hermanos quedaban al cuidado de sus vecinos. De sus padres, ambos peronistas, heredó la tradición en la lucha sindical. Ya en el secundario participó de la construcción del centro de estudiantes.
Georgina es madre de Santino. Se define como puta, feminista y peronista. Desde hace años lucha junto a sus compañeres afiliades al sindicato para obtener una obra social y jubilación. El mayor logro que reconocen es conseguir la despenalización social del trabajo sexual.
En una entrevista con ElDiaroAr, Orellano aseguró: “Lo que modificó mi existencia fue tener una consciencia de clase, antes iba a la esquina y quería hacerme millonaria: me peleaba con la compañera de al lado para ver quién había hecho más clientes. Cambiar eso me volvió otra persona”.
La escritura del libro estuvo interrumpida por la pandemia a causa del COVID-19. Durante el aislamiento, desde la organización de trabajadoras sexuales que ella lidera debieron organizarse para poder sostener la vida sin sus trabajos. Realizaron ollas populares, colectas y tramitaron subsidios. Por ese motivo, la redacción quedó rezagada y recién pudo retomarla el año pasado.
La Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina nació como respuesta al constante asedio y violencia de las Fuerzas Policiales. Al unirse, descubrieron que la organización es la fuerza y el motor para conseguir objetivos que beneficien a las trabajadoras sexuales.Empezaron a reunirse a fines de 1994 y en 1995 se sumaron a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Desde 1997 integran la Red de Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex), que tiene como objetivo apoyar y fortalecer a las organizaciones de mujeres trabajadoras sexuales en la defensa y promoción de sus derechos humanos.