Hernán Hecht dio inicio a la noche tocando suavemente sus platillos con las manos para darle la entrada a Loli Molina.“Te extrañamos, Loli”, se escuchó desde el público. El sentimiento era mutuo por parte de la cantante, quien los invitó a cerrar los ojos y encontrarse siempre que quisieran.Loli estuvo acompañada en su show por Hernan Hecht en batería, Juan Pablo Arredondo en guitarra, Elizabeth Ridolfi en viola y Daniel Schnock en teclados.La interacción con el público estuvo presente durante todo el show. El feedback era totalmente sincero. Se podía observar a Loli en una comodidad y calidez absoluta para con sus fans, quienes pidieron hacer una genkidama a mitad del show y Loli elevó sus manos hacia arriba sin dudarlo.La cantante pidió que toda la buena energía de dicho acto sea enviada a la naturaleza, que nos necesita. El público elevó las manos hacia arriba junto a ella. Se trata de un ritual habitual entre elles.Al publicar Lo Azul sobre mí, álbum que representó un quiebre en su carrera y en el modo de componer, no pudo ser interpretado en vivo debido a la pandemia. La mayoría de esos lugares pendientes los recorrerá con su gira federal.Para continuar con la calidez, Loli invitó a Pedro Rossi al escenario. Se sentaron enfrentades, con una guitarra cada uno, como si de un fogón se tratase.Por último, y para sumarse al fogón, la cantante invitó a Chango Spasiuk con su acordeón. Entre las canciones aparecieron primicias del nuevo EP Al sur que Loli publicará luego de la gira en colaboración con Chancha Vía Circuito.