El mundo Boca nunca descansa. La aparente tranquilidad que se intentaba transmitir desde la institución después de conocerse el caso de Sebastián Villa fue rota cuando, en el día de ayer, se dio a conocer la lista de convocados para enfrentar a Ferro por la Copa Argentina. Sebastián Battaglia decidió separar del plantel a Marcos Rojo y Darío Benedetto. Ambos fueron apartados por ausentarse al entrenamiento matutino del domingo.
Boca y un largo historial de mala conducta
Según se conoció por redes, el sábado a la noche Benedetto estuvo en el cumpleaños de su amigo Iván Marcone, ex Boca y actual jugador de Elche de España. Incluso, se viralizó un video de la fiesta. En tanto, el sábado previo a la práctica en la que se ausentó, Rojo estuvo en el cumpleaños de 15 de una familiar.
Otro de los recientes castigados fue Jorman Campuzano. Después del triunfo ante Arsenal en la Bombonera, Battaglia explicó por qué el colombiano no fue tenido en cuenta para el duelo con el club de Sarandí.
“Jorman tuvo un inconveniente, llegó tarde al primer entrenamiento y se ausentó. Dije en reiteradas ocasiones que teníamos reglas que cumplir y fui bastante claro en algunas cuestiones. Por eso no tuvo la posibilidad de estar concentrado y jugar este domingo”, señaló el entrenador en una conferencia de prensa.
Estos tres futbolistas se suman a Agustín Almendra quien a principio de año bajó a jugar a la reserva por varios actos de indisciplina y a Alan Varela por haber llegado en malas condiciones a un entrenamiento.
¿Qué sucede con Villa?
Según la mirada del entrenador, la situación de Villa es completamente distinta. El delantero de Boca está imputado en la causa por el presunto abuso sexual de una joven de 26 años, pero aún no fue indagado por la fiscal.
Cuando explotó su caso, hace tres semanas aproximadamente, Boca estaba disputando la semifinal de la Copa de la Liga y el colombiano jugó sin ningún cuestionamiento de parte del cuerpo técnico ni de la dirigencia.
Juan Román Riquelme, líder dirigencial del fútbol de Boca y vicepresidente de la institución, había declarado con mucha cautela al respecto: “Es un tema muy sensible. El otro día hice una nota de fútbol, que es una cosa, y lo otro es diferente. Hay que separar las cosas. Odiamos el otro tema, lo repudiamos, todos, vos, yo… Yo soy una persona normal y es la realidad, cuando hablamos de fútbol hablamos de fútbol. Lo otro nos da bronca, rabia, a todos”, declaró a Radio 10.
“Hay gente de legales que se ocupa, hay un juez. Está la Justicia que cuando dictamine, el club tomará las medidas que tiene que tomar. Dijeron que Riquelme esto, lo otro… Yo trato de hablar con palabras que me puedan entender y que me sienta cómodo, no doy vueltas”, concluyó el vicepresidente de Boca.
En tanto, cuando consultaron a Battaglia por la situación del colombiano, señaló: “Se encarga el club de la situación”. Por último, el entrenador comentó: “La verdad es que estamos pensando en lo que tenemos que hacer en la cancha. Lo de Seba se encarga la gente que debe encargarse del club”.
El caso del colombiano
La denuncia a Sebastián Villa por “violencia de género, abuso sexual y tentativa de homicidio” sigue en proceso. El 21 de mayo se confirmó la imputación del jugador y se le negó la eximición de prisión. Desde la dirigencia Xeneize ya se pusieron a disposición de la denunciante y comunicaron que enviaron la documentación a la Justicia.
Según los testimonios de la víctima, salió con el futbolista de Boca a principios de 2020, durante la pandemia. Además, denominó a Villa como una persona celosa, pero sostuvo que era algo que empezaba y terminaba. De esta forma, la relación continuó a lo largo de un año y agregó que conoció a sus hermanos y el entorno familiar.
El caso escaló hasta la ministra de Mujeres, Género y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta, quien le envió una carta a Claudio Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). En la misma, le reclamó sobre las rescisiones de contrato.