La saga «365 días» ha inspirado, hasta el momento, dos películas. La primera entrega fue estrenada en 2020, mientras que la segunda entrega llamada «365 días: Aquel día» llegó a Netflix el 27 de abril de este año. La historia está basada en una trilogía de la novela homónima de Blanka Lipinska. Los tres libros que la componen comienzan en 365 Dni (2018), Aquel día (2018) y Otros 365 días (2019).
La historia es protagonizada por Anna Maria Sieklucka como Laura Biel y Michele Morrone en la piel de Massimo Torricelli. Anna es una directora ejecutiva que se vuelve la obsesión del jefe de la mafia Italiana; este mismo, resulta herido en un atentado mortal contra su padre. Al ir recuperándose de sus heridas cree ver a Laura en sus alucinaciones, y eso lo motiva a querer buscarla por cielo y tierra. Cuando la encuentra, decide secuestrarla ofreciéndole pasar 365 días junto a él para enamorarse, si no lo consigue, la dejará libre.
Sin embargo, las opiniones respecto a la primera película no han sido del todo positivas. La historia, del género erótico, roza con la pornografia y de cierto modo parece disfrazar el machismo al convertirlo en pasión. Pero, según una sexologa consultada por la revista digital de España, “El País”, esta película “es la excusa perfecta para poder probar nuevas experiencias sexuales y proponérselas a la pareja con la excusa de ‘vamos a hacer cosas que salían en la peli’. Es más, el que la gente se excite o fantasee viendo la película “les abre el abanico de posibilidades de disfrute y placer erótico”.
Éxito y polémica
El hecho de que la película profundice temas como el erotismo, es una de las claves de su éxito. Sin embargo, los tintes subidos de tono son, a su vez, lo que causa la polémica. Una parte del público se encuentra totalmente maravillado por lo que ve y lo que siente al ver las escenas. Mientras, otro porcentaje cree que es una falta de respeto a la igualdad de género. La narración aborda y menciona el síndrome de Estocolmo que sufre Laura al ser mantenida en cautivero contra su voluntad. La relación romántica con su secuestrador da entender que siente placer al estar con Massimo.
Aún así, se compara a «365 días» con la historia de «50 Sombras de Grey«. Ambas se desprenden de libros escritos por mujeres que tratan al erotismo como un sinónimo de pasión y disfrute. La ventaja de este film es que no es un proyecto de ficción el cual a raíz de su éxito tienen la intención de prolongar la historia.
365 Días: Aquel día
Al final del primer film Laura sufre un accidente y todo queda frenado debido a que se pensaba que ella había muerto. Cuando comienza la segunda película, se ve a Laura con un vestido de novia y por casarse con Massimo, manteniendo en secreto su pérdida y el hecho de que estuvo embarazada. En esta segunda parte, aparece su fiel amiga Olga (Magdalena Lampartska), quien mantiene una relación con la mano derecha de Massimo, Domenico (Otar Saralidze).
El aceptar casarse le trajo a Laura un rol de ama de casa donde tiene que mantener un carácter tranquilo y perseverante. Este nuevo lugar, fue repudiado rápidamente por la protagonista tras conocer las responsabilidades que debe tener la esposa de un mafioso: sentarse y dejarse mimar para su entera protección.
Una secuela con sabor a poco
Por otro lado, se anunciaba al segundo film como una secuela en que ambos personajes volverían aún más apasionados que nunca. Pero los lazos familiares de Massimo destruirían a la pareja. Además, entra en escena un hombre misterioso, quien desde el minuto uno siempre quiso ganarse el corazón de la protagonista.
Al mismo tiempo, se ve a una pareja que no avanza en relación al amor; solo son compañeros pasionales y físicos. Este motivo terminó creando en la cabeza de Laura una intuición de que su marido le era infiel; más adelante, confirmará que así fue. A raíz de esto, ella decide tener la misma actitud y se escapa con el misterioso hombre que, hora antes, se había presentado como Nacho, el jardinero.
Nacho cumple la petición de Laura, y la lleva a España donde se refugian en la casa de este último. Aunque sucede algo que a la mujer en disputa le genera rechazo, y es el hecho de descubrir que Nacho, su salvador, era parte de una red de mafiosos. Nacho y su padre tenían una conexión peligrosa con Don Massimo.
Laura, al descubrir esto, pide que la lleven nuevamente a ver a su marido. Sin embargo, al llegar al lugar del encuentro descubre otro oscuro secreto; Massimo tenía un hermano idéntico a él. Adriano (hermano de Massimo) es sugerido para que tome el mando de la mafia Torricelli. La película tiene como cierre un enfrentamiento donde Laura es la principal víctima, en una línea similar al film anterior: la vida de Laura depende de un hilo.