Un escándalo ocurrió el pasado domingo en el ascenso del fútbol francés. Resulta que el AC Arles, equipo del Regional II, se encontraba en la segunda posición del Grupo “C” de la categoría, detrás del Martegaux, debía ganar por 20 goles y se impuso por 22 a 1 contra el FC Septemes y así, debido a tal diferencia de gol, llegó a la primera ubicación. Y por eso el partido ya está bajo investigación. En Nota Al Pie repasamos lo que ocurrió en Francia y recordamos otros episodios similares.
El partido de la polémica
El AC Arles se encontraba en la segunda posición del Regional II en el ascenso francés y necesitaban una diferencia de 20 goles para ascender. Terminaron ganando 22 a 1, algo extraño e inusual, y más para un equipo que en los 19 partidos anteriores había marcado sólo 30 goles. Por su parte, FC Septemes sólo había recibido 48 goles hasta antes de este polémico y hasta inédito encuentro.
Ambos equipos se cruzaron en enero pasado por la primera rueda y fue FC Septemes el que ganó por 4 a 1. Respecto a ese partido, FC Septemes sólo repitió un jugador y, además, su portero contra fue un jugador de campo, quien no tenía ni siquiera guantes para atajar y tuvo que pedir prestado al equipo rival.
Declaraciones y futura investigación
El presidente del FC Martigues, el equipo afectado con este resultado, Alain Nersessian, manifestó su enfado al diario regional La Provence: «Es un escándalo. Vamos a investigar este partido para entender qué llevó a este marcador inimaginable. Esperaremos a conocer la reacción de la Liga a esta parodia del fútbol».
Por su parte, el presidente del FC Septemes admitió al mismo diario, que «podríamos haber recibido 30 o 40 goles» y precisó que el club «quiere acabar honradamente el campeonato, sin retirarse».
«He pedido abrir un proceso disciplinario por sospecha de fraude», explicó a la AFP el presidente de la Liga del Mediterráneo Eric Borghini.
Desde Francia informan que ya se abrió una investigación y si se llega a comprobar el amaño, AC Arles no ascendería, además podría recibir una multa económica, una disminución de puntos de cara al próximo torneo o, en un caso muy extremo, la desafiliación.
El hecho histórico ocurrido en Italia
Durante la temporada 2004-2005 en Italia se destapó un escándalo relacionado con el arreglo de partidos, vía la asignación preferente de árbitros para algunos partidos importantes. Dicho escándalo, conocido como Calciopoli, involucró a grandes equipos en Italia como Juventus, Milán, Fiorentina y Lazio. Se buscaba generar ventajas a favor de dichos equipos con algunos fallos más que sospechosos.
Las investigaciones llevadas a cabo concluyeron que varias personas del fútbol italiano estaban coludidas en este fraude: árbitros, directivos de clubes y de la Federación Italiana de Fútbol. Sin embargo quienes estaban al frente de todo este fraude fueron Luciano Moggi, director general en ese entonces, y Antonio Giraudo, administrador delegado, ambos de Juventus.
El caso es recordado, principalmente, por las penas deportivas que se les impusieron a los clubes involucrados. A la Juventus le quitaron sus últimos 2 títulos locales que consiguió y lo condenaron a la segunda división italiana. Además, empezó la Serie B con 30 puntos menos y pagó una multa de 120.000 euros. El Milán perdió 15 puntos y no jugó la Champions League a la cual había accedido. Además, estuvo obligado a pagar una multa de 120.00 euros. La Fiorentina, igual que la Juventus, descendió a la Serie B y se le descontaron 12 puntos. Además, fue multada con 100.000 euros. Y, por último, la Lazio perdió 30 puntos y fue multada con 100.000 euros.
Otros casos similares
En Italia hubo otros casos similares. Por ejemplo, en 2012, Andrea Masiello, jugador en ese entonces del Atalanta, equipo de la Serie A, y otras 19 personas fueron detenidas por presunta implicación en una red de arreglo de partidos y fraude en las apuestas deportivas. Eran 5 los partidos que estaban bajo sospecha. Masiello confesó haber hecho un autogol, cuando jugaba para el Bari, a cambio de 66.000 dólares para que su equipo perdiera contra el Lecce. Hubo otros 8 jugadores del Bari investigados.
En 2015, el presidente del Catania, Antonino Pulvirenti, y otras seis personas fueron detenidas bajo la sospecha de amañar partidos en esa temporada para evitar que el club descendiera.
También en 2015, La Liga de Fútbol Profesional de España investigó el desvío de unos tres millones de euros del Osasuna destinados a arreglar partidos. Ángel Viscay, exgerente del club, delató a tres entidades y a cinco jugadores. Reconoció que Osasuna le ofreció 150.000 euros al Betis para ganarle al Celta en la temporada 2012-13. Misma cantidad prometió al Valladolid por derrotar al Deportivo, mientras que destinó 400.000 euros al Getafe para que se dejara ganar contra Osasuna.