En el transcurso de la madrugada de este martes, la Policía cordobesa desalojó un acampe instalado en Molinari. Les vecines llevaron a cabo dicha protesta en un camino de tierra para repudiar la construcción de la Autovía de Punilla, un proyecto que no obtuvo el apoyo de la sociedad.
Alrededor de las 3.45 de la mañana, mientras algunes descansaban en el acampe y otres hacían guardias, la Policía irrumpió sin orden judicial y comenzó a sacar a las personas de las carpas, según relataron les testigues.
Uno de les vecines que fue parte del acampe dialogó con Nota al Pie para brindar precisiones.
La palabra de un vecino que vivió el desalojo
“El desalojo fue a la madrugada y la gente quedó tirada en el medio de la nada; no los llevaron detenidos, fue un desalojo sin registros ni papeles”, sostuvo. Además, el asambleísta señaló: “La fiscal de la causa confirmó que fue todo ilegal. Ahora el poder judicial dice que no hubo desalojo, sino que nosotros nos fuimos por propia voluntad, una mentira tremenda. Esos vecinos que fueron arrastrados por la policía se refugiaron en casas de otras personas. El barrio fue militarizado, se bloquearon los accesos”.
Por otro lado, el ciudadano contó que las personas que organizaron el acampe decidieron hacer una interpelación a todos los policías que se hicieron presentes. “Les preguntamos por qué nos desalojaron ilegalmente y no respondieron nada”, afirmó.
A las 14 horas, les vecines pudieron salir de la zona militarizada sin problemas. “Estamos realizando cortes intermitentes de ruta, la lucha continúa. Las sierras no se tocan”, relataron les integrantes del acampe mediante un video.
Asimismo, esta iniciativa no tuvo el consenso popular porque muches creen que habrá grandes costos en materia socio-ambiental si el proyecto avanza. Otres sostuvieron que la obra no debería ser una prioridad en la calidad de vida de quienes habitan la zona, ya que hay problemas grandes, como la falta de agua potable, que necesitan respuestas urgentes.
Por otro lado, muches coinciden en que Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba, no contempló las voces de les habitantes de Punilla al tomar la decisión del proyecto final. Desde el 23 de diciembre pasado, las autoridades buscan imponer la obra de 43,5 km de autovía en el Valle de Punilla, que afectaría 172 hectáreas de bosque nativo.
Los repudios hacia lo ocurrido no tardaron en llegar y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Córdoba manifestó su postura. “Las fuerzas de seguridad ingresaron durante la madrugada mientras los asambleístas dormían y violentaron a hombres y mujeres”, relataron.
Un problema que se arrastra
En febrero de este año, diferentes asambleas ambientalistas y vecines agrupades realizaron una manifestación contra las licitaciones de la autovía. En ese momento, expresaron que el pedido de la nulidad del proyecto se debe a que, si sigue adelante, cruzaría territorios donde hoy viven familias que no recibieron una notificación por ello. Incluso, muches se enteraron que sus casas serían atravesadas al observar los planos de la autovía.
Los daños ambientales
Si la autovía sigue en pie atravesaría la zona de conservación de bosque nativo de alto valor de conservación. También lo haría con la principal cuenca hídrica del valle, el Río Anisacate, que abastece a más de 70 mil habitantes y se vería afectada seriamente con esta obra.
Además, la futura ruta pasaría sobre el Valle de Paravachasca, donde existe un bosque nativo que sufrió graves incendios durante 2020 y 2021.