Se lanzó, en la Ciudad de Corrientes, una colecta de libros para armar una biblioteca en la Unidad Penitenciaria N° 3 del Instituto Pelletier. Bajo el lema “Construyendo una biblioteca acercamos derechos”, Andrea Quincose Vilalta, abogada y especialista en Derecho Penal, junto a Indra Boneta, abogada e investigadora y Lucía Gabassi, estudiante del último año de abogacía, están al frente de esta iniciativa que busca crear un espacio de lectura para las mujeres privadas de su libertad.
Esta iniciativa surgió a partir de la ejecución de un proyecto previo titulado “Trabajo, Vínculos y Maternidades tras las Rejas”. El mismo fue presentado en la convocatoria “Desafío Pro Bono”, en 2019, en el que obtuvieron el segundo puesto. “Al ejecutar este proyecto es que las tres talleristas nos encontramos que en la biblioteca no había nada aprovechable”, dijo Quincose Villalta a Nota al Pie.
En este sentido aseguró que la unidad penitenciaria no cuenta con una biblioteca propia, sino que lo compartían con un hogar de menores, “por lo que el material que había era muy infantilizante, y a partir de ahí surge esta iniciativa, que es una motivación personal nuestra”, dijo.
Además, dijo que hubo muy buena recepción y apoyo de parte del ministro de seguridad de la provincia, Buenaventura Duarte. De esta manera, el proyecto está destinado a equipar tanto estructuralmente como con obras literarias y de todo tipo, y si bien no hay fechas estipuladas de hasta cuando se reciben las donaciones, se planifica que el mes que viene se realicen las entregas de los primeros ejemplares.
Una iniciativa que crea derechos
Los talleres contemplados en el proyecto original se desarrollaron durante el año pasado y estuvieron destinados al abordaje de distintas problemáticas que atraviesan las mujeres privadas de su libertad. Al finalizar, las talleristas se propusieron concretar esta nueva iniciativa que “crea nuevas posibilidades y abren nuevas puertas”, dijo Quincose Villalta.
Por su parte, Indra Boneta aseguró que el equipamiento de la biblioteca lo pensaron como una acción de corto o mediano plazo, pero con el tiempo se fue convirtiendo en un proyecto cada vez más ambicioso. Así también comentó que algunas editoriales de material jurídico se sumaron a la convocatoria y que se encuentran en la etapa de construcción del inventario.
Entre los materiales que recibieron por parte de las editoriales especializadas en materia jurídica se destacan los de derechos de familias, derecho penal, derechos de las infancias “y esto fue posible a través de nuestros vínculos con los autores y autoras que nos donaron cajas para cubrir la parte jurídica de la biblioteca”, sostuvo.
Así mismo Quincose Villalta dijo que “la prioridad en este momento es poder avanzar con el armado de la sala de lectura. No tenemos un plazo de cierre para la recolección, porque cuando hay una carencia tan grande todo es para ayer”.
Crear vínculos desde el feminismo
Las talleristas comentaron que en el momento en que tuvieron que vincularse con alguna institución siempre pensaron que esa decisión estuviera definida por el factor de género, “porque entendimos que las desigualdades de género que vemos día a día se enfatizan mucho más detrás de los muros”, dijo Boneta.
Así es que el compromiso nació a partir de problematizar los vínculos que las mujeres detenidas continúan manteniendo, “en su rol como madre, como cuidadora, como sostén familiar. Cosas que continúan estando presentes detrás de las rejas”, agregó.
Aseguró que lo más importante es que pudieron empatizar y vincularse desde lugares comunes. “A todas nos atraviesan situaciones similares por el solo hecho de ser mujer, y encontrar esos puntos en común nos posibilitó un vínculo horizontal, y a partir de ahí compartir desde el diálogo, deconstruir, conversar e intercambiar ideas”.
En este sentido, la abogada reflexionó que la participación de las mujeres en los talleres lo obtuvieron por el compromiso que demostraron. Aseguraron que muchas veces las vinculaciones que vienen de personas ajenas a estas instituciones carcelarias son esporádicas o casuales. Y que uno de sus objetivos era demostrar su compromiso con estas mujeres para que los talleres no se basen solamente “en lo que tienen que saber”.
Para la realización de los mismos ejecutaron distintas instancias previas que les fueron útiles para conocer a las mujeres con las que posteriormente interactuaron. Mediante estas entrevistas lograron conocerlas más, pero siempre con la premisa de construir confianza, para que cada una se sienta libre de compartir sus experiencias vividas.
Agregó que, si bien tenían objetivos que cumplir, la idea del espacio era crear un ambiente abierto de diálogo e intercambio. “Nosotras con el ejemplo fuimos tejiendo esa red, porque así entendemos el feminismo, como intercambio, como aprendizaje y crecimiento”, dijo.
Espacios que fueron muy bien pensados
La ejecución del proyecto original estaba prevista para el año 2020. Sin embargo, la pandemia modificó todas las posibilidades. Es así, que las talleristas aprovecharon esa instancia para recabar información a través de encuestas. Las mismas arrojaron resultados sobre las cuestiones educativas, socioeconómicas, culturales, y sobre vivencias de situaciones de violencia.
Estas informaciones fueron utilizadas también para diagramar los talleres, los contenidos y encuentros. Lo hicieron “desde una mirada práctica para darles algo a lo que le pudieran sacar provecho. Por eso también hubo modificaciones durante la ejecución para adaptarnos a situaciones fácticas”, comentó Quincose Villalta.
Otras de las situaciones que tuvieron que enfrentar es que muchas veces se superponía los horarios de los talleres con las horas habilitadas para realizar llamadas telefónicas. Y en estas ocasiones “algunas mujeres hacían la tarea con sus hijos. Entonces vemos cómo la mujer aún termina haciéndose cargo y siendo el pilar central de las familias”, agregó.
Asimismo, la abogada comentó que esta situación confirmó la visión que tenían antes de entrar (que los vínculos continúan) pero que también se convertía en un obstáculo, “porque teníamos un montón de ideas y planes y si queríamos aportar algo no podíamos negar que eso ocurre”, dijo.
Para finalizar, remarcaron que es necesario pensar en quienes son las mujeres que están dentro de los penales, “porque por ahí no se les pone nombre o cara, pero se crea un modelo estigmatizado”. Pero esas mujeres sufren las mismas violencias que sufrimos nosotras. Por eso es necesario ponerles nombre, cara, y características a esas personas”, agregó Boneta.
La recolección de libros continúa desarrollándose, y se puede colaborar con ejemplares de distintos géneros. En Corrientes, las donaciones se canalizan a través del contacto (3794) 238269 y en CABA (3794) 705226.