Hace un año, más de 106 familias viven en un predio ubicado en el km 34,500 de La Matanza. Les vecines viven una disputa constante con la policía y la municipalidad, quienes rechazan su permanencia en el lugar y evitan darles una solución a la problemática de la crisis habitacional.
Las familias no lo consideran una “toma de terrenos”, porque aseguran haber pagado una cuota de apropiación a su poseedor. Por otro lado, deben convivir con la presencia constante de la policía, que controla que les vecines no ingresen al terreno materiales para la construcción de casas.
Nota al Pie dialogó con Alicia Del Valle Barraza, quien informó la situación actual que viven las familias del predio.
“Esto no llegó a ser una toma”
Alicia Del Valle Barraza tiene 40 años y es ama de casa. Según comentó a Nota al Pie, llegó al predio porque su compadre le avisó que estaban tomando terrenos en el lugar. “Vinimos por una necesidad familiar. Antes alquilábamos en el barrio Los Ceibos, pero el alquiler estaba muy caro”, explicó.
La necesidad de vivir mejor y con estabilidad económica fue más fuerte para la entrevistada. Sin embargo, ella y su familia deben afrontar día a día conflictos con la municipalidad y la policía local, quienes se oponen a su estadía en el predio.
“Esto no llegó a ser una toma porque cuando íbamos a hacer la toma se acercó el comisario de González Catán y nos dijo: ‘Esperen hasta el lunes que llamo a la fiscal y vemos si hay dueño o no. Después, el día martes, la fiscal dijo que había un supuesto poseedor, de apellido Herrera y que nos vendía el predio a 100 cuotas de $1000 por cada familia”, relató.
Todo parecía ir bien. Incluso al día siguiente la fiscal y el comisario se acercaron al lugar y les pidieron a las familias que se retiraran para que la municipalidad pueda poner en condiciones el lugar y que sea transitable para todes.
Les vecines solo entraban al predio a limpiar, porque las autoridades no les permitían vivir en allí. Entonces pusieron un abogado, quien les explicó que en realidad la Municipalidad no quería que el terreno sea ocupado porque querían hacer un parque recreativo, sin importar la necesidad de las familias.
Alicia comentó que, según su abogado, “Herrera, el poseedor, está peleando con el municipio. Mientras tanto, no nos quieren ayudar. No quieren que armemos nuestras casitas. Nosotros nos plantamos acá porque estamos en situación de calle. Nos plantamos porque firmamos el derecho de posesión en la comisaría y no es justo”.
Inseguridad y miedo constante
Por otro lado, la inseguridad se hace presente en el lugar y las familias están más expuestas que nunca, sin cercos ni rejas que limiten la entrada y salida. Incluso, los techos de las casillas están cubiertos con bolsas de nylon o lonas de piletas ya que la policía no les permite ingresar materiales para construir.
“No nos dejan cerrar el lugar, es muy inseguro todo. Necesitamos cerrar nuestra casa porque acá cerca hay una parada de colectivo donde roban muchísimo y también deambula un violador”, reclamó.
En cuanto a las discusiones y desacuerdos con la policía, Alicia mencionó que siempre hay enfrentamientos porque se acercan a hostigar y no evitan toda la inseguridad que existe alrededor de los terrenos.
“Acá viven bebés de un año que pasan muchísima necesidad, ellos piensan que porque cobramos una asignación podemos comprar una casa y no alcanza para nada”, aclaró Alicia.
También se refirió a la discriminación que sufren por parte de las personas que les gritan desde la ruta. Algunas de las agresiones que suelen escuchar son: “¡Chorros, vayan a trabajar!, vagos”. Sin embargo, las familias creen que quienes les discriminan nunca van a entender su sufrimiento.
“Me gustaría que me den un lugar para vivir con mis hijos. No queremos nada gratis. Nosotros queríamos pagarle al señor Herrera, no queríamos vivir de arriba. Queremos una simple ayuda, los alquileres están carísimos”, pidió la entrevistada.
Alicia contó que tiene cinco hijes, la mayoría adolescentes, mientras que la más pequeña tiene cinco años. Todes se levantan a las seis de la mañana para ir al colegio. Pero algunes lloran porque no les gusta sufrir tanta necesidad e ir al colegio sin las herramientas necesarias. Además, escuchan todo lo que pasa alrededor del barrio, y les causa tristeza.
La municipalidad y la invisibilidad de la crisis habitacional
“Nosotros pedimos frazadas y colchones en la municipalidad, pero nos dijeron que no nos pueden dar porque está todo judicializado, ni siquiera mercadería. Los días de lluvia o tormentas tenemos que aguantar, la municipalidad decía que es inundable, pero por suerte nunca pasó nada- estamos sobreviviendo hasta que nos den una solución”, expresó Alicia.
A su vez, en cuanto a lo económico, la mujer sostiene a su familia con tres asignaciones estatales de sus hijes, y su marido la ayuda con “changas” que realiza. Sin embargo, considera que los ingresos son muy bajos.
Por otro lado, la entrevistada comentó: “La policía urbana está en el terreno desde la mañana hasta las 7 de la tarde, y miran que no entremos chapas para armar las casitas, solo les preocupa que empecemos a construir algo grande”.
“Queremos una solución rápida porque es triste vivir así, nosotros no queremos nada gratis. No somos vagos ni tampoco usurpamos algo, nosotros pagamos una cuota de lo que nos vendió la fiscal con el supuesto poseedor. Me gustaría que nos den una solución rápida, más por los niños para que dejen de sufrir. ¿Dónde están los derechos de los niños?”, cuestionó Alicia.
Por otra parte, mencionó que no quieren contratar otros abogados ya que todos los estafaron porque tienen miedo de meterse con el municipio. “No vamos a abandonar hasta que nos den el terreno que nos pertenece. Nosotros pagamos la primera cuota de la posesión. Yo tengo el papel con el nombre de todas las familias”, exigió. Si deseás donar algo para las familias, niñes y adolescentes del lugar, podes comunicarte al: 1144195623 (Alicia) o 1137553069 (Zoe Rodríguez). Ambas son vecinas del lugar y necesitan colchones, frazadas, ropa, zapatillas, abrigos.