Uno de los datos principales que surgen de un relevamiento del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM) indica que “la caída del poder adquisitivo para conseguir alimentos entre marzo de 2021 y el mismo mes de 2022; registra una baja específica del 44,5 %”. Este número se obtuvo de la diferencia entre la suba de precios y el incremento otorgado en el Salario Mínimo Vital y móvil durante el mismo período de estudio. Otro dato importante a destacar es que “la inflación en la canasta básica trepa hasta un 80% por encima de los precios de marzo de 2021”, según señalan desde la consultora.
El incremento de los precios
Para realizar el estudio “se tomó como referencia un costo económico promedio de un total de diez alimentos con mayor presencia en la mesa de los argentinos”, detalló el Director de INDECOM, Miguel Calvete a través de un comunicado.
Además, el mismo asegura que el relevamiento se llevó a cabo “de manera presencial sobre unas 131 sucursales de las principales cadenas de supermercados”. Situadas en Capital Federal, Gran Buenos Aires, Córdoba, Mar del Plata, Rosario, Santa Fe, Mendoza, La Pampa, Neuquén y Río Negro. También se relevaron los portales de ventas online y diferentes revistas de ofertas semanales.
En tanto, en el mismo informe el organismo de estadísticas especificó la suba de precios detallada por producto. En el caso de los fideos secos tirabuzón por 500 gramos pasaron de $58 a $ 96, el agua mineral sin gas de 2 litros subió de $70 a $ 110, la harina de trigo integral de 1 kg trepó de $80 a $ 115, mientras que la mermelada de durazno light de 390 gr se fue de $138 a $194.
En cuanto al precio del queso sardo x kg se incrementó de $579 a $1371 y, en el caso de las carnes, el kg de tapa de cuadril pasó de $599 a $1240. Mientras que el carré de cerdo por kg aumentó de $365 a $490; y el kg de las patas de pollo pasó de $230 a $309.
También hubo aumentos en el segmento de las frutas de referencia; se observó que el kg de manzanas pasó de $180 a $269 y el kg de uva red se remarcó de $200 a $300. Como consecuencia, la suma de los incrementos de esos diez productos arrojó una suba de precios del 80%; pasando de $2.499 a $4.494 en solo 12 meses.
Comparación con el Salario Mínimo
Como contrapartida de referencia, el estudio tomó el incremento que se produjo en el Salario Mínimo Vital y Móvil que otra vez estará por debajo de la inflación, el cual registró una movilidad ascendente que fue de $24.408 (2021) a $33.000 (2022), es decir que observó una suba de un 35%.
“Está claro que la diferencia entre ambas movilidades arroja una pérdida muy importante en el poder de compra de alimentos de la canasta básica”, explicó Calvete. Y, a su vez, agregó que “el mayor impacto siempre se da sobre los sectores de menores recursos, en donde la pérdida supera incluso el 50%”.
Básicamente, la diferencia que se da es en función de los salarios en promedio es un 33 y 40% y el aumento de la canasta básica estamos hablando de entre un 65 y un 80% de los productos. Esto hace que el poder adquisitivo, sobre todo de los sectores más vulnerables, que destinan el 50% o 60% de su ingreso en alimentos se vean afectados. Además, esta situación conlleva a un cambio de hábitos y a un deterioro en la calidad de consumo.
El contexto Internacional
Por otra parte, el directivo señaló que “la situación puede empeorar aún más ante la suba internacional de la harina de trigo y los cereales, como consecuencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, a lo cual se sumará en los próximos meses la inflación que trae aparejada la suba en los combustibles que se produjo en los últimos días”.
Asimismo, Calvete explicó que “hay una incidencia que todavía no la hemos visto. La inflación que tenemos hoy es absolutamente ajena a la guerra”. Sin embargo, también anticipó que la suba de precios va a impactar porque “el precio de los commoditties de aceite, trigo y maíz ya se está viendo que están aumentando”. En el caso de la soja, la misma ya superó los 600 dólares. Entonces, “todo eso va a afectar sin lugar a dudas”, según detalló el Director de INDECOM.
También, Calvete explicó que “desde hace mucho tiempo los productos de consumo masivo y el pago de tarifas y servicios se llevan la mayoría del ingreso disponible de los argentinos”. Por último, concluyó que “es fundamental que el Gobierno Nacional intensifique su campaña de control de precios y de incentivo al consumo; para tratar de revertir la pérdida en la capacidad de consumo que resalta el informe”.
Mayor incentivo a las Pymes
Sobre esto, el Director de INDECOM amplió que “se tienen que dar más incentivos a las Pymes y no control de precios; sino incentivar acuerdos de precios y precios cuidados pero regionales”. Si bien aclaró que esto se tiene que hacer “mirando siempre a las Pymes”, también destacó que “hay una cartelización muy fuerte en la participación de las grandes compañías y las pymes, que son prácticamente el 70% de las dadoras de trabajo están perjudicadas permanentemente”.
Consultado sobre qué implica según su visión el acuerdo con el FMI; Calvete opinó que “el acuerdo con el Fondo es para dar certidumbre a la gestión y poder renegociar la deuda porque Argentina no puede pagar la deuda, los compromisos que tiene no los puede pagar”.
En este sentido cree que “es fundamental que se llegue a un acuerdo en esta primera etapa y después a partir de septiembre se llegue a un acuerdo de fondo”. Y, en conclusión, manifestó que “yo creo que lo que se está votando ahora es la voluntad de firmar un acuerdo, no el acuerdo en sí mismo”.