Este jueves, el gobierno de Gran Bretaña difundió las sanciones contra siete empresarios rusos, entre los que se encuentra el dueño de Chelsea, Roman Abramovich. A su vez, este sábado la junta de la Premier League anunció su destitución como director del equipo de Londres.
Estos castigos también repercuten en la institución de los Blues, que recibió fuertes restricciones relacionadas a su capacidad de funcionamiento.
“No puede haber refugios seguros”
Las penalidades fueron impuestas al magnate ruso por su cercana relación con Vladimir Putin y en consecuencia del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Estas inhabilitaciones también fueron impuestas a otros directivos de diferentes empresas y a Oleg Deripaska, ex socio comercial de Abramovich.
La canciller británica Liz Truss informó que se congelarán las cuentas de les implicades y que estas alcanzan un fondo de 15.000 millones de libras. Asimismo, comentó que estas personas que manejan un imperio económico y comercial están conectadas con el Kremlin.
El primer ministro, Boris Johnson, anunció: “Las sanciones de hoy son el último paso en el apoyo inquebrantable del Reino Unido al pueblo ucraniano”. También agregó que “no puede haber refugios seguros”, en referencia a quienes apoyaron la invasión rusa a Ucrania.
A su vez, sentenció “Seremos despiadados al perseguir a quienes permiten la matanza de civiles, la destrucción de hospitales y la ocupación ilegal de aliados soberanos”.
Por su parte, desde la Premier League informaron que “tras la imposición de sanciones por parte del Gobierno del Reino Unido, la Junta de la Premier League ha descalificado a Roman Abramovich como director de Chelsea Football Club”.
“La decisión de la Junta no afecta la capacidad del club para entrenar y jugar sus partidos, según lo establecido en los términos de una licencia emitida por el Gobierno que vence el 31 de mayo de 2022”, explica el comunicado.
Las sanciones
La destitución de Abramovich por parte de la Premier se suma a las otras prohibiciones a las que se enfrenta el ruso. Entre ellas figuran la prohibición de ingresar al país británico, la inhabilitación de realizar negocios y el congelamiento de sus activos. Esto también incluye a Chelsea, por lo que la venta de la institución fue suspendida.
Entre los puntos está la prohibición de la venta de entradas. Solo las personas que tienen un abono podrán ingresar al estadio Stamford Bridge. De esta forma, les hinchas de los Blues no tendrán la posibilidad de ir a los encuentros de visitantes. A su vez, los organismos de radiodifusión podrán realizar transmisiones siempre y cuando haya acuerdos preexistentes.
No obstante, el Gobierno le otorgó una licencia al conjunto londinense que le concede ciertos permisos para que se pueda seguir con la disputa los encuentros y otras actividades. Los principales puntos de este permiso están relacionados a la remuneración de los sueldos de todes les trabajadores del club y las tarifas del mantenimiento de la institución.
En relación a los viajes para disputar los encuentros, se le puso un límite de 20.000 libras por juego de cada categoría. Por otra parte, los gastos de Seguridad, Catering y Administración cuando el equipo juegue de local no puede pasar las 500.000 libras.
Fuga de Sponsors
Al igual que en muchas otras instituciones deportivas, la guerra entre Rusia y Ucrania afecta los contratos de patrocinio. A estas sanciones y prohibiciones se le suma la caída del sponsor principal del club. Debido a esta problemática, la empresa de telefonía Three tomó la decisión de cancelar el acuerdo (una cifra de 45 millones de euros) con la institución blue.
“Con motivo de las recientes sanciones anunciadas por el gobierno, hemos solicitado al Chelsea Football Club suspender temporalmente nuestro patrocinio del club, incluyendo la retirada de nuestra marca de sus camisetas y del estadio hasta nuevo aviso”, comunicó la empresa británica.
Por otro lado, existe la posibilidad de que esta no sea la única ruptura de contrato por parte de los patrocinadores. Diferentes empresas están analizando la situación y viendo si mantener los acuerdos firmados o suspenderlos.
El pedido de Chelsea
Ante esta situación, y agravada por la fuga de sponsors, la situación económica es bastante delicada. La institución Blue solicitó ayuda al Gobierno británico y que reconsidere la decisión de que se pueda vender el club.
Según compartió el medio inglés Daily Mail, Chelsea estaría al borde de la quiebra. Esto es debido a que el costo de salarios es cercano a los 37 millones de dólares, pero las cuentas tienen una reserva de 21 millones de dólares.
A pesar de estas situaciones adversas, el director técnico del equipo de fútbol masculino, Thomas Tuchel, comentó: “Mientras tengamos suficientes camisetas y un bus para llegar a los partidos, nosotros estaremos allí y competiremos duro”.