El Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi) publicó por la mañana los resultados del relevamiento mensual de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) que fue llevado a cabo desde el índice Barrial de Precios (IBP). En el censo participaron 650 comercios de cercanía ubicados en 20 distritos del conurbano bonaerense.
Según los resultados, en febrero los precios de la CBA aumentaron un 9,8%. Las frutas y verduras volvieron a encabezar las subas con un 19,37%, mientras que los productos de almacén mostraron un aumento del 9,66%. El valor de las carnes se incrementó un 9,7%.
“Según nuestro relevamiento de precios, en diciembre del 2019, cuando asumió el gobierno de Alberto Fernández, el valor de la Canasta Básica de Alimentos para cuatro personas alcanzaba los $14.541,78”, expresó Isaac Rudnik. Isaac es el director nacional del ISEPCi. En su diálogo con Nota Al Pie llamó la atención acerca de que “24 meses después, la Canasta Básica de Alimentos está en $36.981,91, esto significa que tuvo un incremento de 154,34%”.
Impacto económico
Sobre la situación económica de las familias respecto a los aumentos, Rudnik explicó: “Para graficar la situación acuciante para la economía de los hogares de barrios populares basta observar la realidad. Una familia de dos personas adultas y dos hijos pequeños en enero necesitaba $33,685.25 para cubrir sus alimentos indispensables durante treinta días. Un mes después, en febrero, requirió $36,986.91”.
Según el relevamiento, la misma familia para cubrir gastos básicos tales como salud, educación, transporte y energía, que junto a alimentación forman parte de la Canasta Básica Total (CBT), precisó en enero $79.60,34. Mientras que en febrero el valor subió a $84.702,02.
Además, el director del instituto agregó: “El Salario Mínimo Vital y Móvil de febrero de este año es de $33.000, es decir que se necesita más de un sueldo en el hogar solo para poder cubrir las necesidades básicas de alimentación”.
La inflación y el FMI
Según lo expresado por Rudnik, el suscribir un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional implica “aceptar que rigen las condiciones que el organismo le vaya imponiendo al país”.
En esta línea, el director desarrolló: “Si los pagos externos no están atados a objetivos de crecimiento en un marco de modificación de la estructura productiva que permita, por ejemplo, sumar ingresos externos y morigerar la inflación mediante el incremento de la oferta”. Para concluir el director remarcó que “la restricción de la emisión monetaria, la reducción del gasto público y el descenso del déficit fiscal serán las principales medidas que emerjan para pagar la deuda pública y empezar a bajar la inflación”.
Sobre estas medidas, Rudnik sentenció: “Representan ajuste. Afectará gravemente a los sectores más vulnerables de nuestro país”.