El proyecto «Trabajo, Vínculos y Maternidades tras las rejas» aspira a construir una biblioteca para el penal de mujeres de la Unidad Penal N.º 3 (UP3) “Instituto Pelletier” en Corrientes. Nota al Pie dialogó con Lucía Gabassi, estudiante de Abogacía en la Universidad Nacional del Nordeste. Lucía es integrante del programa que busca promover derechos y democratizar herramientas jurídicas para mujeres privadas de su libertad, junto con Indra Boneta y Andrea Quincose Vilalta.
La iniciativa surgió a partir de una visita que realizó el grupo el año pasado a la biblioteca de la UP3 con la intención de ver con qué libros contaban las mujeres en contexto de encierro. Allí notaron una falta de recursos: ‘’La realidad es que todo el material que tienen, no sirve”, aseguró Lucía.
Por eso, redoblaron el compromiso. De cara al próximo Día Internacional de la Mujer, realizan una colecta de libros para poder crear una biblioteca “actualizada, completa y diversa” en el penal.
El origen del proyecto
El proyecto surgió como una iniciativa de dos estudiantes, Indra Boneta y Lucía Gabassi, de la carrera de Abogacía en Corrientes. En el año 2019, “comenzamos a repensar lo escrito en los libros y a ver que, muchas veces, no es lo que sucede en la práctica”, explicó la entrevistada.
Por ello, acompañadas por la profesora Andrea Quincose Vilalta, participaron de la convocatoria organizada por la Comisión Pro Bono junto con el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. El evento invitaba a estudiantes de Derecho a plantear un problema que aqueja a una población vulnerable, y a proponer una respuesta o solución jurídica. Por su trabajo ganaron el segundo puesto del concurso, por lo que su proyecto finalmente fue financiado.
Lucía resaltó que “el proyecto se gestó de manera colectiva con la colaboración de las internas’’, ya que buscan ‘’pensar algo que realmente les sirva’’. Respecto a esto, agregó: ‘’Hemos realizado entrevistas previas con ellas para poder tener un panorama previo de su situación, las problemáticas que las atraviesan y las preocupa”.
Según la estudiante, en los primeros encuentros salieron a la luz los conflictos con las tareas de cuidados que las mujeres realizan intramuros y a distancia. También encontraron dificultades con el ejercicio de sus maternidades, el mantenimiento de sus vínculos, el desconocimiento de derechos laborales y la necesidad de adquirir herramientas jurídicas para poder gestionar sus propias notas y escritos.
¿Cuáles son las actividades que realizan?
El trabajo que realizan consiste en el dictado de talleres de capacitación en materia jurídica y sensibilización de ciertas temáticas. También se aspira a democratizar herramientas jurídicas para la autogestión de escritos, trámites y peticiones, con el objeto de lograr el empoderamiento y la autonomía.
En cuanto a los talleres dictados, fueron siete en total, donde se trataron diversas temáticas. Entre los temas abordados se encuentran: Derecho de las Infancias y Maternidades, Derecho del Trabajo, Derecho a la Salud Mental y un taller práctico de confección de escritos judiciales.
Con la intención de que su aporte “perdure en el tiempo”, el grupo confecciona una guía teórico-práctica con información sobre los tópicos de los talleres. De esta manera, las internas pueden contar al alcance de la mano con información legislativa sobre sus derechos.
En situación de vulnerabilidad
Cabe destacar que la pandemia por el COVID-19 afectó su trabajo, debido a la necesidad de permanecer en aislamiento y demás dificultades. “Necesitábamos conocer en profundidad a las mujeres y los resultados que hemos obtenido son impactantes. Pronto vamos a publicar los resultados de esas encuestas”, aseguró Lucía. En ese marco, realizaron una colecta de barbijos, alcohol en gel, toallitas menstruales, desinfectantes para donar a la Unidad.
“Entendemos que la situación de desigualdad estructural de las mujeres en el afuera, se agrava en la cárcel. Estamos hablando de establecimientos pensados por hombres y para hombres”, aseveró la integrante del proyecto.
“Hablar de mujeres en situación de encierro implica sumergirse en una realidad poco perceptible a simple vista; los rostros tapados por bloques de cemento. Los rostros de quienes están ligadas a un contexto previo de vulnerabilidad, ceñidas por la pobreza, la discriminación, las violencias por motivos de género y un Estado ausente”, agregó.
Educación para todas
Respecto al proyecto de armar una biblioteca para el Día Internacional de la Mujer, Lucía aseguró: “Hemos recibido un gran apoyo por parte de autoras y autores que se han contactado con nosotras para donar sus obras”.
“Entendemos la importancia de garantizar el derecho a la educación integral, permanente y de calidad para todas las personas privadas de su libertad, promoviendo la igualdad y gratuidad en el ejercicio de este derecho”, expresó la estudiante de Abogacía.
A su vez, resaltó el impacto que tiene el hecho de capacitarse e instruirse para aumentar el autoestima y promover el desarrollo personal. Ya sea durante la pena privativa de libertad como a posteriori, para una futura reinserción social.
Para colaborar con la iniciativa, es posible donar libros de todo tipo. Para ello se puede contactar a una integrante del proyecto o mediante la aplicación Cafecito que figura en sus redes sociales.
Pero el trabajo no termina en la biblioteca. A futuro buscan constituirse como una fundación para poder ampliar su trabajo. “Queremos, a futuro, llegar con nuestro proyecto a otras cárceles de mujeres del país, priorizando el Norte argentino que es de dónde venimos y estructuralmente es un territorio más complejo”, aseguró la integrante del proyecto.