Este martes se cumplieron nueve años del asesinato de Omar Cigarán a manos del efectivo de la Policía Bonaerense Diego Walter Flores. El hecho ocurrió el 15 de febrero de 2013 en el Barrio Hipódromo de la ciudad de La Plata.
Como cada aniversario, familiares y amigues de Omar Cigarán realizaron una jornada cultural para mantener vivo el reclamo contra la impunidad. La actividad se desarrolló en la denominada Placita de lxs Pibxs, ubicada en Diagonal 80 y 115 de la ciudad de las diagonales.
Durante la jornada, familiares de víctimas de gatillo fácil y de causas armadas tomaron el micrófono y contaron sus realidades en pedido de justicia. También hubo tiempo de distensión para disfrutar de un poco de música con artistas invitades.
Gatillo Fácil
Nota al Pie cubrió el evento y obtuvo el testimonio de Sandra Gómez, madre de Omar Cigarán. “La jornada es para seguir exigiendo justicia y para gritar ni un pibe menos, ni una bala más, el estado es responsable”, expresó.
En lo que respecta a la causa, Diego Walter Flores quedó absuelto en el juicio y se desestimaron las apelaciones en el Tribunal de Casación Penal, así como en la Corte Suprema de la Provincia. Ahora la causa se encuentra en la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Como mamá, la justicia social fue la única que conseguí por Omar”, contó Gómez. En este sentido, aseguró: “Los jueces y fiscales avalan el gatillo fácil, dejaron libre e impune al asesino que todavía lo cruzo por la calle”.
Durante la tarde, otres familiares contaron las historias de las víctimas del aparato estatal. Uno de los tantos casos fue la Masacre de Monte en la que fueron asesinades Danilo Sansone, Camila López, Gonzalo Domínguez y Aníbal Suárez. Rocío Qugliarello fue la única sobreviviente.
Los hechos tuvieron lugar el 20 de mayo de 2019 cuando dos patrulleros de la Policía Bonaerense persiguieron y dispararon contra el automóvil en que viajaban les jóvenes. La persecución derivó en un balazo sobre Gonzalo y el posterior impacto del vehículo contra un camión.
En la tarde de este martes, Gladys, la madre de Danilo, denunció que “el Estado siempre está ausente, mata, tortura, asesina”; y prometió no claudicar en la lucha: “Somos la voz de los que no están”.
Otra víctima del gatillo fácil fue Diego Cagliero, asesinado de un balazo durante una persecución en el partido Tres de Febrero en el 2019.
Niegan que sean suicidios
Les familiares denuncian que hay muchos casos que se encubren como supuestos suicidios. Uno de les que testimonió fue Alfredo Cuellar, padre de Florencia Cuellar. A La China, como le decían, la encontraron muerta en su celda del penal de Ezeiza. En este marco, su progenitor apuntó al servicio penitenciario y explicó que “la torturaron por ocho horas”. A su vez, denunció: “La justicia es otro eslabón de la mafia que existe dentro de este sistema”.
Similar es el caso de Micaela Martínez, quien apareció ahorcada en su celda. Su madre Maria se quebró del dolor y apenas pudo pronunciar unas palabras.
Otro del mismo tenor fue el supuesto suicidio de Germán Gómez. Nancy, su hermana, se lamentó: “Tenía una nena de 4 meses que cuidaba todo el día”, y agregó: “Tenía 26 años, estaba feliz y con toda una vida por delante”.
Causas armadas
Las causas armadas son otra modalidad de corrupción e impunidad, según denuncian familiares y amigues de víctimas.
Algunos de tantos familiares y amigues que también testimoniaron fueron los de Marcos Bazán, quienes denuncian una causa armada por el femicidio de Anahí Benítez.
Mismo caso denunció la esposa de Oscar Vega, detenido por la muerte de un colectivero. “Esperamos fecha de juicio, él no estuvo ni cerca del hecho”, expresó la mujer.
También víctima de una causa armada de robo sería Iván Coronel. Su madre Noelia afirmó que pese a tener “cámaras, testigos y fotos, nunca las aceptaron y lo condenaron”.
La música acompañó la jornada
Como parte de la jornada cultural, se ofreció música por parlantes y actuaron distintos artistas que cantaron con su guitarra, con una base de rap y hasta una murga. La actividad comenzó pasadas las 15 horas y duró más de cuatro horas, en las que les propies organizadores vendían comidas y bebidas, como choripán y gaseosas.
En la primera parte, un invitado cantó un tema que denominó “yuta flash”, en el que narra la dura realidad sobre la violencia policial. Después, otro cantante tomó el micrófono y continuó en la misma sintonía.
Hubo un rato de rap en la tarde con la intervención de Popi, quien con una base de fondo hizo referencias a la defensa del idioma inclusivo o del empoderamiento de la mujer.Después de los testimonios de les familiares, hubo un cierre con tambores al ritmo de murga por parte del grupo Cuerda Candombe. Para finalizar, la banda de punk Buscando a un culpable cerró al ritmo de su batería.