La Asamblea de Vecinos Unidos de Núñez junto con El Movimiento: la ciudad somos quienes la habitamos iniciaron una demanda contra el Código Urbanístico aprobado en 2018.
En la demanda se reclama la inconstitucionalidad de la regulación urbanística que plantea la Ley N°6099 para la Ciudad de Buenos Aires. La causa ha quedado en manos de la jueza Alejandra Penella en el Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario N°12.
La medida cautelar solicitó la suspensión del permiso de obra y/o registro de planos en trámite, para los sectores/polígonos residenciales del barrio de Núñez que no cumplan con los parámetros urbanísticos establecidos.
Entre los argumentos de la denuncia, destacan que el nuevo código incrementó la altura permitida de los edificios. Esto significa que eliminaron las restricciones constructivas relacionadas con la cantidad de metros construibles por parcela (FOT y FOS).
A su vez, reduce las dimensiones del Centro Libre de Manzana, áreas donde no se permite construir para priorizar el cuidado de los espacios verdes.
El código además elimina el retiro obligatorio de la Línea oficial. Dicha medida obligaba a quien desease edificar a retrasar la construcción para dejar un jardín en la parte delantera. Según les demandantes, los puntos señalados violan el Plan Urbano Ambiental.
El impacto geográfico
Nota al Pie entrevistó al abogado que lleva adelante la causa, Jonatan Baldiviezo, para conocer el impacto que tiene el nuevo Código Urbanístico sobre el barrio de Núñez. Jonatan es además fundador del Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC) e integrante del Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos.
“Esta situación generó un aumento exponencial de la capacidad constructiva del barrio, en algunos sectores se cuadriplicó la capacidad constructiva”, comentó. Además, agregó que en ocasiones hubo un “incremento de un mil por ciento la probabilidad de poder construir”.
Como consecuencia, los terrenos aumentan su valor ante la posibilidad de construir más metros cuadrados por parcela. “Antes no se estimulaba la demolición de viviendas si podías construir lo mismo. Ahora se genera todo un interés económico”, precisó el entrevistado.
Este movimiento generó un cambio en la morfología del barrio de Núñez que va a dejar de ser un barrio residencial de casas bajas.
Ante ello, Baldiviezo apuntó: “Debemos tener en cuenta que la planificación de la ciudad apuesta a la diversidad de tramas urbanas, no a que todos los barrios sean de edificios”.
El argumento de la denuncia
Como fuerte argumento que sostiene esta denuncia, el abogado mencionó la existencia del Plan Urbano Ambiental.
“El Código Urbanístico que autorizó esta capacidad constructiva va en contra de una ley con mayor jerarquía, como es el Plan Urbano Ambiental’, expresó Baldiviezo.
En este sentido, dicho Plan protege parte de la identidad y diversidad de la Ciudad de Buenos Aires en algunos barrios de casas bajas, entre los que se encontraría Núñez.
En concreto, el entrevistado pronunció: “El Plan Urbano prohíbe la destrucción morfológica del barrio que pretende el Código Urbanístico”.
Por otro lado, ante el aumento de la densidad constructiva demográfica se necesitaría mayor cobertura para la nueva población.
Ante esto, el fundador del ODC alertó: “el gobierno no estableció ningún programa de acompañamiento de la infraestructura de servicios públicos con relación al incremento de la capacidad constructiva”.
Respecto a los beneficiados por este nuevo código, el entrevistado expresó que serían el gobierno y los propietarios que ven incrementado el valor del suelo, aunque no olvido remarcar que no todes les propietaries quieren perder la identidad del barrio.
Por ello, la Asamblea de Vecinos Unidos juntó firmas para que se efectivice la acción judicial para conservar la identidad del barrio y la calidad de vida urbana.
Baldiviezo se mostró esperanzado: “Somos optimistas con la justicia porque la violación a la planificación de la ciudad es flagrante”, concluyó.