Tras el impacto que generaron las muertes por el consumo de cocaína adulterada, se volvió a poner en agenda el problema de la drogadicción en la sociedad.
El episodio lamentable de la semana pasada dejó un saldo de 24 muertos y más de 80 intoxicados en los municipios de San Martín, Tres de Febrero y Hurlingham de la Provincia de Buenos Aires.
Les compradores habían adquirido el producto adulterado en un búnker del asentamiento Puerta 8 de Loma Hermosa, en la localidad de Tres de Febrero. El mismo fue allanado tras la denuncia de los propios intoxicados, hasta el momento hay seis detenidos y el principal sospechoso es “El Paisa” Joaquín Aquino.
En lo que respecta al peritaje de la cocaína, no se encontró fentanilo y se continuará investigando la composición de la droga. Se cree que sería algún tipo de opiáceo.
La palabra de un especialista
Para conocer en profundidad esta situación, Nota al Pie entrevistó al Defensor del Pueblo Adjunto de la Provincia de Buenos Aires y actual titular del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos, Walter Martello.
Al ser consultado sobre la cocaína adulterada que provocó las muertes recientes aclaró que “el 75% de la droga que ingresa al país es para consumo interno”, y agregó que “la cocaína que llega de países limítrofes no se comercializa en forma pura, por lo que siempre es adulterada”.
Ante esto, comentó que aún resta saber cuál fue la adulteración que provocó la muerte a 24 personas, casi de manera instantánea.
Según un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), entre los años 2008 y 2017, la tasa de prevalencia del consumo de cocaína en Argentina fue de un 129%.
En este sentido, Martello indicó que estos indicadores responden a uno de los índices más altos de consumo en América Latina y del mundo, pero que no ocurre solo con la cocaína, sino también con drogas legales como el alcohol y el tabaco.
Al ser consultado sobre las fallas para que esto ocurra expresó que “creemos que lo que está faltando es empezar a enfocar la situación por el lado de la demanda”. Así, su propuesta es “disminuir la cantidad de consumidores para que haya menos mercado y de esta forma contribuir a una baja en los niveles de consumo y de comercialización”.
“No debemos perder la centralidad del adicto, entendemos que ese es el camino”, expresó. A su vez, aseguró que debe tratarse como “un problema de salud pública y no meramente judicial o policial”.
De este modo, además de combatir a quiénes venden drogas propone que el foco a recuperar sean les consumidores.
En cuánto a las drogas ilegales que más se consumen en la Provincia aseguró que son: “Marihuana, le sigue la cocaína y las drogas sintéticas”.
El consumo joven y las drogas legales
Otra de las problemáticas que destacó Martello, es el consumo de drogas a temprana edad donde la marihuana y el alcohol son las más habituales.
En este aspecto, el Defensor del Pueblo lamentó que dicho consumo “está naturalizado” y que “faltan campañas específicas sobre los daños al organismo que causa el consumo en los primeros años de adolescencia”.
En lo que refiere a las bebidas alcohólicas, además de tratarse de una sustancia legal “tiene una aceptación social elevada y una baja percepción del riesgo”, sintetizó Martello.
Cabe destacar que Argentina ocupa el segundo lugar de consumo de alcohol en América Latina.
Por último y como cierre, el entrevistado respondió que durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) por la pandemia del Covid-19, se pudo calcular un aumento en el consumo tanto de sustancias tanto legales como ilegales.