Desde la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras en sus redes sociales convocan a quienes se quieran sumar a la gran movilización que se realizará el viernes 4 de febrero; y destacaron la consigna: “El pueblo está de pie, luchando contra el extractivismo, en defensa del mar y por la vida en nuestros territorios”.
Hay distintos puntos de encuentro en Mar del Plata, Buenos Aires y en distintos países entre los que están Argentina, Perú, Bolivia, Colombia, Serbia, España, Alemania, entre otros. En diálogo con Nota al Pie, un integrante de la asamblea contó respecto a la marcha, y explicó que la consigna era el Atlanticazo pero después hubo conexiones con otros países y se amplió al Oceanazo.
Dentro de ellos está Noruega: “Equinor es como la YPF de ellos; tiene el 51% de las acciones del Estado y está prohibido el fracking y está muy mal visto y la opinión pública tiene mucho peso allá”, explicó Alonso; y detalló que “está muy mal visto que ellos vayan a hacer en otro país lo que tienen prohibido por ley hacer en su país”.
Hacia el “Oceanazo”
El representante de la asamblea contó que se va a hacer una actuación, una representación artística frente a las oficinas de Equinor en Noruega. El objetivo es visibilizar ante la comunidad de ese país “que su propia empresa está haciendo aquello que ellos declararon ilegal en su territorio, en el sur; acá en Argentina”, detalló.
A la vez, precisó que acompañarán la iniciativa más de 10 países. Se realizarán actuaciones, intervenciones de distinto tipo, artísticas, marchas o movilizaciones en distintos lugares del mundo en la medida que se vaya haciendo el corrimiento horario. “Con todas las banderas de los países que van a participar con el Oceanazo”, aclaró el asambleísta.
La lucha del pueblo en los distintos lugares
Respecto a la postura política de la asamblea, Alonso explicó que es muy clara: “Para nosotros esto se llama extractivismo, es una falsa solución a crisis económicas y en este sector litoral, lo vivimos con los hidrocarburos”. Además aclaró que esto también “se vive en La Pampa, con la soja transgénica, el monocultivo y los agrotóxicos que contaminan el agua, el aire, los alimentos”; así como en la montaña lo experimentan “con la megaminería en Mendoza y hay luchas; cuando quisieron derogar la ley 7722, que prohibía el cianuro y la comunidad de Mendoza salió en diciembre de 2019 y logró restituir el contenido de la ley”.
“Y volvió a pasar el año pasado en diciembre también del 2021 con el Chubutazo, una provincia con mucha tradición de lucha contra la minería, con un gobernador que salió a decir que no iba a apoyar la megaminería y que cuando asumió hizo todo lo contrario”, recordó.
En este sentido, sostuvo que el mandatario “no solo hizo lo contrario sino que tuvieron el ardid de querer dividir a la gente, sacrificando solo a un sector que era la meseta central de Chubut y que los sectores más poblados sigan con la protección que tiene la ley 5001 de Chubut, y sacrificar solo un sector del interior de Chubut”. Sin embargo, “toda la provincia salió a protestar y bueno, ya conocemos lo que pasó, tuvieron que ir para atrás”, destacó.
Además, resaltó que “para la asamblea el poder está en el pueblo y cuando el pueblo se organiza y sale con una consigna clara; diciéndole no hay licencia social, el gobierno tiene que ir para atrás”. En este marco, agregó que “las empresas también, así que hay esos dos antecedentes históricos en la Argentina que son como un faro para nosotros”.
Cambiar la matriz energética
El asambleísta explicó el proceso que están viviendo en la costa bonaerense, que es acompañado por un montón de ciudades de la Argentina y ahora del mundo, de decir: “Cambien la matriz energética, no queremos combustibles fósiles, no queremos endeudar a las generaciones futuras con 30 años de explotación hidrocarburífera en el mar, es peligroso, dañan a las ballenas, dañan al ambiente así que vamos a frenar eso”.
Por eso están con esta asamblea que está trabajando tan fuerte y tan intensamente denunciando “los mecanismos que tienen los lobbistas de las empresas para generar un dinero en investigadores; que después no solo hacen los trabajos para las propias empresas con sus investigaciones”, aseveró. Y continuó: “No sólo maquillan de alguna manera las evaluaciones impacto-ambientales que además no tuvieron instancias de participación ciudadana desde el comienzo sino que después trabajan para el Estado, están de un lado del mostrador y del otro”.
Explicó así el modo en que operan les funcionaries: “Preparan el material para las empresas y después se pasan del otro lado del mostrador y dentro del Estado preparan el material del protocolo para hacer los contralores de las empresas”.
Además, agregó que “incluso el Ministerio de Ambiente habló de que iban a haber seis empleados por barco; cuando se haga la exploración para controlar, con largavistas”. Entonces, “hay toda una generación de puestos de trabajo que son muy pocos puestos pero muy bien pagos para gente vinculada a la observación de fauna y eso genera un conflicto de intereses”, explicó.