La Organización Mundial de la Salud (OMS) actualizó recientemente la «Clasificación Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud». En dicha lista, se añadió la adicción a los videojuegos. Según el organismo internacional, se convierten en un problema de salud mental cuando se pierde el control sobre la frecuencia, intensidad y duración de la actividad.
En una sociedad multipantallas, con generaciones nativas digitales y con acceso a la tecnología a edades cada vez más prematuras, la OMS alerta a la sociedad sobre una conducta excesiva en torno a los videojuegos.
Luego de dos años de pandemia, donde el streaming y la cantidad de horas frente a la pantalla aumentó, se considera que una persona puede ser adicta a los videojuegos cuando presenta un patrón de comportamiento «persistente o recurrente».
Trastorno clasificado como prevenible y tratable
Según especificó el listado, este trastorno está clasificado como prevenible y tratable. Aunque lo que preocupa a les especialistas es la pérdida del control sobre la frecuencia, intensidad y duración de la actividad. Ya que, estiman, para muches niñes y jóvenes los juegos pasan a tener prioridad sobre otros intereses en la vida cotidiana.
Vladimir Pozniak, experto de la OMS en sustancias psicoactivas y adicciones sostuvo: «Por lo general debe ser evidente durante un período de al menos 12 meses para que se asigne el diagnóstico, aunque la duración requerida puede acortarse si se cumplen todos los requisitos y los síntomas son graves”
Además, el especialista advirtió: “el diagnóstico de trastorno por uso de videojuegos puede ser asignado sólo por los médicos profesionales». A su vez, desde el Departamento de Salud Mental y Abuso de Substancias de la OMS, explicaron que el problema aparece cuando el consumo es abusivo y hay un cambio en el comportamiento habitual de la persona.
Videojuegos y su uso en nuestro país
Sobre este tema, Walter Martello, defensor del pueblo adjunto de la provincia de Buenos Aires dijo a Radio La Plata que: “En el país hay más de 19 millones de jugadores. La cifra equivale al 42% de los habitantes, según la Asociación de Deportes Electrónicos y Electromecánicos de Argentina”.
Coincidiendo en que dicha actividad no debe ser prohibida sino más bien regulada, opinó: “La idea es que esto sea uso y no abuso. Por eso hay que controlar y asesorarnos con personal psicológico”.
Según su criterio, los videojuegos no sólo implican diversión, también tienen un enorme potencial educativo y cultural. Sin embargo, hay que estar atentos “si perjudica significativamente la habilidad del jugador para desenvolverse en la escuela, el trabajo o entre sus familiares y amigos”.
Lucas Juarez, psicólogo y especialista en psicología clínica en adicciones en niños, niñas y adolescentes; y trabajador del sistema de Salud de Tucumán coincidió con el punto establecido por Martello. Y además, opinó que es acertada ya que toda actividad en exceso debe ser controlada.
“Habla de falta de límites en los niños y niñas; la función de les adultes debe mostrar unos límites, debe tener un abanico de posibilidades para poder ampliar sus actividades”, dijo.