Desde mediados de 2019 se registra una tendencia descendente en los ríos afluentes del río Paraná. Comenzando con uno de los principales a saber el río Paraguay y continuando con los menores.
A partir de la disminución del curso de agua en las confluencias, el 3 de enero, el Subgerente de Sistemas de Información y Alerta Hidrológico, Juan Borús, afirmó que son 291 días con niveles inferiores al límite de aguas bajas.
Desde el Instituto Nacional del Agua (INA) advierten que continuarán las condiciones de la bajante con una disminución de los caudales entrantes al tramo argentino del río Paraná.
En su último pronóstico, del pasado 4 de enero, afirmaron que las estaciones de Paraná y Rosario son las que presentan las mayores disminuciones, con -0,36m y -0,15m respectivamente. Asimismo, informaron que desde 1996 la altura media del Paraná se mantiene en 3,14 metros; mientras que el límite de aguas bajas es de 2,40.
Finalmente, prevén una tendencia climática desfavorable hasta finales de marzo de 2022 contribuyendo a que los niveles fluviales continúen en la franja de aguas bajas.
Consecuencias directas
Borús afirmó que la situación tiene un impacto directo en el abastecimiento de agua para consumo humano, la generación de energía y la navegación, entre otros. Asimismo, aseveró que dificulta la reproducción y alimentación de la fauna y condiciona los procesos de potabilización del agua urbana.
Por otro lado, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario reveló que, en los últimos dos años, la situación de extrema bajante del Río Paraná ha generado costos altos para el sector agroindustrial-exportador. Representando un costo cercano a los 315 millones de dólares desde el 1° de marzo hasta el 31 de agosto del 2021.
«Es muy probable que la situación de la bajante complique, por tercer año consecutivo, la labor de los puertos en plena campaña gruesa 2021/22 de no revertirse las condiciones” afirmaron Alfredo Sesé, Javier Treboux y Pablo Ybañez, miembros de la Bolsa de Comercio de Rosario
Por otro lado, al tener menos agua disponible consecuentemente se traduce que algunas lagunas se sequen.
Pronostico Internacional
Es menester mencionar que el río en cuestión atraviesa los países de Brasil, Paraguay y Argentina. Asimismo, es el segundo río más largo de Sudamérica.
El 29 de diciembre de 2021, el INA reveló la situación hidrológica de todo el río.
En su informe afirmaron que el río Paraná en Brasil posee una tendencia media descendente. Si bien no se observaron precipitaciones en el tramo medio-inferior, se prevé un incremento en las mismas sobre el tramo superior.
Borús aseveró también que se sumó una disminución gradual de las reservas en los embalses emplazados en la mitad norte de la alta cuenca del río Paraná en Brasil, situación que no se ha mejorado durante este mes de diciembre, a pesar de ser temporada de lluvias estacionales.
Hacia finales de febrero, el INA pronostica una tendencia climática con posibilidad de lluvias mejorando la situación y produciendo así un alivio eventual a corto plazo. Pero si el pronóstico es erróneo, al depender la futura evolución hidrométrica de las lluvias, la tendencia será descendente.
Respecto al tramo paraguayo–argentino del río se lo diagnosticó con un caudal inferior al normal sin registrarse precipitaciones a causa de la sequía regional y pronosticando las mismas condiciones en la semana próxima.
Ante la preocupante situación hídrica comenzaron las reuniones bilaterales con los dos países a fin de hacer frente a la problemática común y acordar acciones para su mitigación.