Yaiza Conti Ferreyra nació en Nueva York en 1984. Estudió Actuación en la Universidad Nacional del Arte. Es profesora de teatro y actriz. Participó en las obras El público, Canadá, Eduardo, La Pelopincho, Inundación y Es mi fiesta, esta última con texto de su autoría. Escribió las obras Anahí y Animalia, aún sin estrenar.
Esta es la primera novela de Yaiza, basada en hechos reales con cierta dosis de humor y de drama. Entre sus páginas, los cuestionamientos de ciertos estereotipos y lugares comunes acerca del ser, no ser y el deber ser, invitan al lector a nuevos interrogantes. En diálogo con este medio, la autora contó acerca de su libro y como su historia de vida se vé reflejada en él.
En cuanto a cuál era su relación con la escritura antes de esta obra, Yaiza explicó que desde chiquita ella escribe cuentos. Luego empezó y dejó Letras en la UBA y después de estudiar actuación en la UNA, comenzó a escribir una obra de teatro. “Era bastante autobiográfica también, yo la actué y la dirigió un amigo. Escribí dos obras más que todavía no estrenaron. Ya después, directamente, Medias de Unicornio”, comentó.
El proceso de escritura
Cuándo empezó a escribir este libro, no pensó en hacer una novela. Estaba atravesando un duelo por la pérdida de su primer hijo, Nehuén y unas semanas después de que falleció, empezó a escribir a modo de catarsis. “Pensamientos, ideas, imágenes, sentimientos, cosas que me pasaban por la cabeza”. Y agregó: “No había vuelto a trabajar. Tenía mucho tiempo, me sentía muy mal, estaba muy angustiada. Obviamente estaba partida al medio con lo que nos había pasado”.
En ese momento, ella llevaba para todos lados un cuaderno y una lapicera. Y dónde fuera, escribía. En cafés, en el colectivo. “Estaba obsesionada. Cosas pequeñas de la cotidianeidad, pavadas que me iban pasando las relacionaba con lo que me había pasado y las escribía”, comentó.
Yaiza contó que eso le hacía muy bien, era súper terapéutico y catártico. Además, cada frase o párrafo que escribía, se la leía a Damián, su compañero. “A él también le hacía bien. Era una forma de hablar de eso de otra manera, poniéndolo un poco afuera”, aseguró.
Y a esto, agregó: “Como el libro también tiene un poco de humor, de humor ácido e irónico, nos permitía reírnos (aunque suene raro), aunque también llorábamos”.
La autora contó que de repente empezó a tener bastante material. Cómo siempre le gustó escribir, se le ocurrió transformarlo en una novela y comenzar a estructurarlo en capítulos. Al principio estaba todo escrito en primera persona, pero por sugerencia de una de las correctoras se incorporó la tercera. No querían que entrara en ese género de diario íntimo.
Ahí fue que empezó a buscar editoriales. Apareció por una recomendación Hasta Trilce. “Me contacté con Federico García, que es el editor, y ya enseguida le dije que sí. Hubo un ida y vuelta y un trabajo muy copado”, contó a Nota al Pie.
Un libro hecho de enojo y tristeza
La trama de Medias de Unicornio deja entrever que Yaiza maldice y se enoja todo el tiempo. Consultada por eso, dijo: “En ese momento, además de la tristeza super profunda también estaba muy enojada. Es uno de los pasos del duelo que hay que atravesar”.
“Quería algo bien cercano como para que cualquier persona, pueda sentirse identificada y empatizar con los protagonistas. Me parecía que la puteada también sirve para eso. Y para descolocar”, contó la autora.
Llevar este proyecto a la pantalla grande
Surgió la idea de hacer de Medias de Unicornio, una película. La escritora contó que está entusiasmada porque consiguió una directora que también es actriz. “Ella ya dirigió su primera película y varios cortos. Le hice llegar el libro, lo leyó, le encantó y aceptó dirigirla”, comentó.
Lo que le propuso la directora, fue empezar a escribir el guión, así que ahora se encuentra haciendo la adaptación. “Voy avanzando lento, porque además soy madre de un bebé que va a cumplir un año así que no tengo mucho tiempo. Volví a laburar. Me encanta”, concluyó.