A finales de los años 70 se observaba en nuestro país un éxodo de artistas circenses quienes por su gran talento emigraron para trabajar en el exterior. Esa circunstancia generó que los circos locales tuvieran un déficit de especialistas para cubrir los distintos números que requería un show.
La Escuela de Circo Criollo nació para dar respuesta a esa falta de artistas. El proyecto fue impulsado por los hermanos Videla y creció hasta convertirse en un epicentro de nuevos talentos. Para conocer detalles de esa iniciativa Nota al Pie dialogó con su actual directora, Gabriela Videla. La artista abordó la historia y actualidad de una de las más importantes entidades abocadas a la cultura del circo.
¿Vuestra escuela de circo es la primera de Argentina?
Así es. La escuela la fundaron mí papá Jorge Elvis Videla junto con su hermano Oscar Aníbal Videla en el año 1989. Es la primer escuela de circo de Argentina
¿Con qué motivo crearon la escuela?
La fundaron con la ilusión de formar artistas circenses. En Argentina había una emigración muy grande de talentos ya que la calidad de los artistas de nuestro país era muy buena. Había muchos que se fueron al exterior, entonces había un faltante. Por eso, ellos deciden crear la escuela para poder desarrollar artistas para que pudieran trabajar en circos de Argentina y del mundo.
Vuestra entidad de formación se llama Escuela de Circo Criollo. ¿A qué se debe ese nombre?
Se llama Escuela de Circo Criollo ya que antiguamente en Argentina existía el Circo Criollo que es una característica fundamental del estilo de circo argentino. En la primera parte tiene números circenses: trapecio, cama elástica, malabares, acrobacia y verticales.
Luego estaba el intervalo y en la segunda parte estaba una obra de teatro por lo general criolla. Juan Moreira, Piel de Durazno, Que le Pasó a Reynoso por mencionar algunas. Todas las noches se hacía una obra distinta. Esa era la característica del circo criollo argentino.
Había otros circos con los números circenses y los números de animales. Pero ese no es el circo criollo. Como mi familia proviene de ese circo, le pusieron ese nombre a la escuela para mantener la esencia de lo que ellos hicieron toda su vida.
¿Qué es lo que motiva a una persona a querer aprender artes circenses?
Las motivaciones son muchas. Hoy por hoy predominantemente por hobby. En vez de meterse en un gimnasio para sacarse el estrés cotidiano de la vida, la gente busca en otras artes el poder distenderse. También hay mucha gente que ingresa por un motivo profesional, para poder vivir de esto, ingresar a un circo y poder viajar.
Favor de comentarnos sobre las clases que ustedes imparten para alumnado infantil
Tenemos clases para alumnos desde los tres años. Comienzan con Circo Integral y trabajan todas las disciplinas a través del juego. Acrobacia, trapecio, malabares. A partir de los 7 años les ofrecemos la práctica de telas. La idea es que los “peques” puedan aprender aquello que les guste y que puedan ir especializando en aquello que más les atrae.
¿Está de moda aprender artes circenses?
Es cíclico. En un principio estuvo de moda, luego cayó un poco y ahora volvió a estar de moda. Esto se debe a que hay muchos famosos en los medios como Flavio Mendoza, Bicho Gómez, Nazareno Mottola. Gracias a ellos se ha vuelto a poner en vigor el circo.
¿Qué es lo que busca el espectador de un espectáculo de circo?
El público va en busca del magnetismo que tiene el arte circense. Es un arte tradicional que no se ha perdido con el correr del tiempo. Además siempre se va adaptando a nuevas modalidades de la época, como el nuevo circo, más dinámico y con nuevas tecnologías. Hay una magia tradicional que por más que pase el tiempo no se pierde.