Hasta 2010, el 12 de octubre se conmemoraba como Día de la Raza. Fue el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) el que presentó por primera vez un proyecto por el cual se proponía cambiar la denominación de esa fecha por “Día de la Diversidad Cultural Americana”. Pero esto se pudo concretar recién a través del Decreto Ley 1584 emitido por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. A partir de ese momento, la fecha pasó a conmemorarse como el Día del Respeto a la Diversidad Cultural.
Este cambio significó un avance importante en el reconocimiento a los pueblos originarios y las diversas culturas. Pero aún falta mucho por hacer para consolidar el verdadero respeto por los derechos de las comunidades de todo el territorio nacional.
Respeto y reconocimiento por los pueblos originarios
En el marco de las acciones para lograr un verdadero respeto y reconocimiento por los pueblos originarios el Movimiento de Mujeres Indígenas por El Buen Vivir convoca a realizar este 12 de octubre el primer Paro Plurinacional.
El movimiento alza su voz para denunciar el despojo violento que sufren las diferentes comunidades del país y reclama al Estado Argentino la promulgación de la Ley de Propiedad Comunitaria; la aplicación de un dispositivo político, democrático y humano para detener todos los desalojos y operativos represivos contra los pueblos indígenas; terminar con la criminalización de la lucha; y la inmediata aprobación del proyecto de Defensoría Territorial de Mujeres Indígenas, para frenar las violencias sexistas y de género en las comunidades.
Reflexión Histórica
La conquista de América es considerada uno de los mayores genocidios perpetrados contra los pueblos originarios. La violencia de los colonizadores dejó a su paso muerte, tortura y esclavitud. Las poblaciones originarias fueron despojadas de manera violenta de sus tierras y de su cultura, y evangelizados a la fuerza.
Durante muchos siglos estas comunidades ancestrales fueron condenadas a soportar el sometimiento y la humillación. Primero de los invasores españoles y luego de la descendencia mestiza que trajo la conquista. En la medida que los Estado Nación se fueron consolidando, lejos de reparar, continuaron repitiendo el daño con el afán de dominio extractivista que el sistema de producción impone.
A más de 500 años de la llegada de los españoles y a pesar de la desigualdad en las relaciones de poder, los pueblos originarios continúan resistiendo. Hoy el terricidio es el mayor flagelo que denuncian. Moira Millán weychafe mapuche define el terricidio como “crímenes que asesinan a la Tierra. Una lógica perversa y sistemática de dominación de los territorios” a manos de las corporaciones en complicidad con los Estados-Nación.
Diálogo intercultural
La transmisión oral de los pueblos originarios fue una de las principales fuentes de resistencia para mantener viva su cultura y sus saberes.
Es en la pluralidad de voces que respete la pluralidad de identidades, lenguas y creencias de todos los pueblos donde radica la verdadera esperanza de construir un mundo más solidario y humano.