El Ministerio de Cultura de la Nación dictará el taller “La Matria del Chamamé”. Este espacio estará destinado a mujeres y disidencias que quieran comprender de manera inclusiva el repertorio de este género musical en el país. Además, se hará hincapié en la influencia de las afrodescendencias en el desarrollo del estilo.
El taller durará desde el 4 de octubre hasta principios del mes de diciembre. Estará a cargo de dos cantantes correntinas: Susy Pompert y Macarena López Leyes.
Susy Pompert es una referente del feminismo dentro del mundo del chamamé. En 2012 dio a conocer su experiencia con la violencia de género, y desde allí visibiliza este tema en el estilo musical. Creó la campaña Brazos fuertes, que lucha contra el maltrato a las mujeres.
Por su parte, Macarena López Leyes es Técnica Superior en Canto. Incursionó en diferentes géneros musicales y en la actualidad redescubre su voz como soprano lírica. Estudia música afrocorrentina y forma parte de las embajadas culturales “La Cruz de Urunday” y de “Camba Cuá Candombes”, grupos que difunden el estilo en la provincia.
Nota al Pie tuvo una charla con ambas cantantes para profundizar acerca de la importancia de este taller. ¿Cómo se incluye a las mujeres y disidencias dentro del chamamé argentino? Descubrilo en la siguiente nota.
La Matria del Chamamé
“El taller tendrá un enfoque de género, diversidad cultural, memoria, verdad y justicia” declaró Pompert. “Será un espacio de construcción colectiva en el que vamos a interpelarnos, a cuestionarnos lo que contiene el chamamé y abriremos la mirada buscando una perspectiva con equidad de género”, completó la cantante.
Los encuentros serán todos los lunes y contarán con une invitade que compartirá su trabajo dentro del rubro musical. Para Pompert el taller “es una invitación a replantearnos los estereotipos de género, lo discriminatorio, los machismos y desigualdades”.
La cantora cree necesario detectar estas problemáticas en la música. De esa forma, analizar cómo se comunica y se componen las letras y rescatar la historia de las mujeres en el chamamé.
En la misma línea, Macarena López Leyes reflexionó que “muchas veces uno canta o interpreta, sin ser realmente consciente del mensaje que está transmitiendo”. Afirmó que hay letras que no ayudan a las relaciones sanas o al crecimiento personal, con tendencias de apego o violencia ya sea física o psicológica.
Por eso, considera necesario “buscar una temática que refleje la realidad social. Esa de la que no se habla, más allá del paisaje, el río o las aves”. Así, generar un punto de partida hacia una sociedad más consciente.
El género dentro del espacio musical
Ambas músicas estuvieron de acuerdo en algo: el chamamé es un ambiente cerrado. “Es un espacio con actores/as sumamente machistas” se lamentó Susy Pompert. “Las mujeres que estuvieron antes que nosotras, tuvieron que sortear muchísimos obstáculos, ellas lo cuentan siempre”.
Lopez Leyes afirmó que por falta de invitación sólo concurre una minoría. “Se vuelve un entorno de lucha para la búsqueda de la visibilización”. Denunció que a veces faltan invitadas femeninas en los eventos de chamamé. También, que no hay referentes trans en el ambiente.
Las dos profesoras del taller “La Matria del Chamamé” hicieron referencia al incumpliento de la Ley de Cupo Femenino en Festivales. La misma establece un mínimo de 30% de mujeres solistas y/o agrupaciones musicales mixtas en los eventos que convoquen a más de tres grupos musicales.
Impronta afrodescendiente
La otra arista que se abordará en los encuentros son las mixturas de las afrodescendencias desde el chamamé afro. La especialista en el tema es la cantante Macarena López Leyes, que aseguró “la cuestión negritud ha sido silenciada por mucho tiempo, a partir del proceso de blanqueamiento qué pasó Argentina«.
Recordó la primera vez en que les referentes del género en Corrientes la invitaron a cantar con tambores. “¿Qué voy a hacer entre todas estas personas que tocan mil ritmos, mientras que yo solo canto?”, pensó. Pero descubrió en el candombe la construcción colectiva. “Danza, canto y reza son uno”.
Al investigar y escuchar historias desde la tradición oral, descubrió que la gente se siente identificada. “Empatizan con sus raíces, sus abuelos, sus ancestros. En definitiva, se conectan con su matria”.