En la actualidad, Argentina se encuentra en un constante conflicto ambiental. El incremento de los incendios en los últimos años, la bajada de los ríos y el aumento de los basurales son algunos de los indicadores en rojo de la ausencia de políticas ambientales y los efectos del cambio climático.
La Patagonia es una de las áreas con mayor importancia, económica y social para nuestro país. Sin embargo, su ecosistema en muchos sitios está sujeto al impacto de la actividad humana.
San Carlos de Bariloche se ubica a la orilla de 2 lagos como son el Nahuel Huapi y el Gutiérrez. El número de cerros y maravillas naturales hacen que sea un sitio atractivo para convivir con la naturaleza. No obstante esta convivencia trae aparejada una huella sobre el ambiente.
Existen diversos grupos y asociaciones con el objetivo de disminuir y revertir estas situaciones. Nota al pie se contactó con Sofía Cingolani, ecóloga y miembro de la ONG “Circuito Verde”, para conocer qué dificultades atraviesa este ecosistema y qué medidas se buscan para reconstituirlo.
¿Cuáles consideran que son las mayores problemáticas que enfrenta Bariloche?
Bariloche, rodeada de naturaleza y de áreas protegidas, no está exenta de problemáticas ambientales. Por nombrar algunas de las problemáticas, deforestación de los bosques por tala ilegal, desertificación por sobrepastoreo en la estepa, incendios forestales y contaminación de áreas naturales con residuos. Los incendios forestales son una de las problemáticas a las cuales debemos estar atentos, debido a que se predice que aumentará su frecuencia, extensión y severidad debido al cambio climático.
Sin embargo, actualmente, la problemática que más repercute en el día a día en Bariloche son los residuos. En Bariloche se producen entre 260 y 270 toneladas diarias de residuos, que como deposición final van al vertedero municipal, que está en medio de múltiples barrios y tan solo a unos pocos kilómetros del lago Gutiérrez y el lago Nahuel Huapi.
¿Cómo esto repercute en la vida de les habitantes?
El vertedero municipal es mayormente un basural a cielo abierto, esto repercute de varias maneras en los habitantes, principalmente aquellos que se encuentran viviendo en los barrios cercanos al vertedero.
La concentración de residuos en un área produce la emanación de gases inflamables, que con una fuente de ignición puede comenzar un incendio en el basural. La emanación y combustión de estos gases es sumamente tóxica y puede enfermar o intoxicar a las personas. Por otro lado, los lixiviados de los residuos, se introducen en la tierra y pueden contaminar las napas utilizadas para el consumo doméstico de agua o llegar hasta los lagos y contaminarlos.
¿Qué medidas llevan adelante para combatir este problema?
Desde Circuito Verde comunicamos la problemática, realizamos distintas acciones donde los habitantes de Bariloche pueden participar y enseñamos hábitos sustentables que cada persona puede aplicar para mejorar la situación del vertedero en Bariloche.
Con el proyecto “Mi Compost, Mi Huerta” damos talleres de compostaje, sabiendo que más del 50% de los residuos que generamos en nuestras casas son orgánicos, si más gente composta reducimos la cantidad de residuos que tienen como disposición final el vertedero. Otro proyecto como “Circulando Saberes” damos charlas sobre educación ambiental para todos los niveles.
Entre las charlas que damos hablamos de separación de residuos desde el origen, de esa forma los residuos pueden llegar al vertedero y ser recuperados por la ARB (Asociación de Recicladores Bariloche).
En la actualidad ellos recuperan alrededor del 4% o 5% del total de residuos que entran al vertedero. Si más gente separa desde el origen este porcentaje podría aumentar.
Además organizamos limpiezas de áreas afectadas por los residuos e Impartimos salidas recreativas para conocer el ambiente en el que vivimos y dar a conocer prácticas de bajo impacto.
¿Consideran que se le está brindando el interés que realmente merece el impacto del basural?
Creo que la problemática se está haciendo más visible y la gente está más consciente de ello. Cada vez más personas se están comprometiendo con el ambiente.
Por otro lado, a pesar de que muchas personas estén aportando su granito de arena, estas acciones deberían complementarse con políticas públicas ambientales que permitan perpetuar en el tiempo los hábitos sustentables. En principio pensamos que es necesaria una mejora en la infraestructura del vertedero y un mayor apoyo a los recolectores.
Para ustedes, ¿La concientización es la mejor herramienta?
Si, claro que si. Conocer sobre el ambiente de nuestra localidad, su fauna y su flora, genera que los habitantes y visitantes turísticos aprecien más lo que nos rodea. Conocer sobre las problemáticas produce una sensibilización sobre las consecuencias que pueden tener nuestras acciones en el ambiente.
Concientizar sobre estos dos puntos es el punto clave para que más gente tome acciones para cuidar el ambiente de nuestra ciudad. Desde Circuito Verde siempre pensamos “Conocer para cuidar”.