«Yo pedí un millón doscientos mil pesos con una cuota de diez mil por mes. Hoy pago treinta y un mil pesos mensuales, y el capital se fue a tres millones ochocientos». «A nosotros nos dieron cuatro millones de pesos y ahora estamos debiendo once. La cuota fue de doce mil pesos por mes y ahora está en cincuenta mil. Es impagable», contaron.
Esos relatos se repetían en cientos ayer, viernes 20 de agosto por la tarde. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) les deudores de Créditos UVA hipotecarios (vivienda), prendarios (vehículos) y personales reclamaron por su situación.
Desde la Avenida 9 de Julio y su intersección con la Avenida de Mayo se manifestaron pacíficamente. Llevaban pecheras blancas y celestes con el símbolo de UVA, banderas, bombos y alcancías para hacer ruido. También una urna grande de cartón, que emulaba a las utilizables en las elecciones. En ella, una inscripción rezaba “Yo voto NO a los UVAS”.
Luego se trasladaron al Congreso de la Nación. Allí permanecieron frente a la entrada del edificio. En sus rejas colgaron carteles que decían “la usura no se paga”, “sueño=pesadilla” o “basta de usura”. Llenaron la calle con pequeñas urnas haciendo referencia a la votación del 12 de septiembre. Algunas tenían forma de autos o casas.
Pero no solo se trasladaron al recinto para hacer visible su reclamo. También entregaron un petitorio, en el que solicitan una audiencia pública para tratar el tema. Les deudores UVA exigen que se trabaje en el Congreso el proyecto de ley presentado por el diputado José Luis Ramón.
Miles de pesos pagados con miles de historias detrás
Quienes solicitan los créditos UVA tenían un sueño. Lograr la casa propia, un vehículo para utilizar como medio de trabajo, solucionar un problema de salud. Esos eran algunos de los motivos por los cuales se involucraron en esta aventura financiera.
Pero en la actualidad, los valores de las tazas UVA aumentaron de forma tal que se hace imposible continuar los pagos. Muches de les damnificades temen que se remate esa casa o vehículo por los que sacaron el crédito. A algunes ya se les confiscó alguna de sus propiedades, pero igual deben seguir abonando las cuotas.
José era quien más llamaba la atención en la manifestación. Llevaba sus manos y cuellos inmovilizados con un cepo de madera. “Así me siento hoy en día, tanto yo como cualquier tenedor de crédito UVA”, se lamentó.
“Nos prometieron una cosa que al final salió todo lo contrario” denunció el hombre. Para llegar a la movilización recorrió ciento cincuenta kilómetros, desde su pueblo natal Capitán Sarmiento. En su caso, pidió un saldo de un millón doscientos mil pesos. En la actualidad, el capital que debe devolver al banco aumentó a tres millones ochocientos pesos.
Los créditos UVA se habilitaron durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri. “Él nos aseguró una inflación de un solo dígito, que nunca se cumplió” puntualizó José.
Similar es la situación de Andrés. “A nosotros nos dieron cuatro millones de pesos y ahora estamos debiendo once. La cuota fue de doce mil pesos por mes y ahora está en cincuenta mil. Es impagable» sostuvo el damnificado. Su caso se vio agravado por la pandemia. “Yo perdí el trabajo, ahora lo recuperé pero lo perdió mi señora, nos estamos estabilizando de a poco pero es muy difícil”.
Explicó que en 2020 hubo un congelamiento de los costos de las cuotas. Pero esa diferencia de precio se agrega al final del crédito, por lo que se extiende la cantidad de tiempo de pago. “Exigimos que realmente sea accesible” afirmó, “yo no quiero que me regalen nada, sino pagar lo que es justo”.
Postales del reclamo de les manifestantes UVA. Créditos: Romina Toledo, Nota al Pie.
Los proyectos de ley
Gabriela confió en el crédito proveniente del Estado. “Como creo en las instituciones me dio más seguridad” recordó la mujer. “Ahora nos encontramos endeudados. A mi la cuota me aumenta cien mil pesos mes a mes, el capital es indexado y no hay un freno”.
La reclamante aseguró que desde el gobierno actual “se llenaron la boca” hablando de su problema. Reconocieron que era una usura, “pero ahora prácticamente ni se nombra”. Por eso, exigen que el problema se trate en el proyecto, especialmente desde el proyecto de ley presentado por el diputado José Luis Ramón.
Este legislador que representa a la provincia de Mendoza propone diferentes soluciones para les deudores UVA. Entre ellas se encuentran una tasa del 12% de interés, la posibilidad de cancelar cuotas sin los intereses punitorios. En dicho plan se considera que el Coeficiente de Variación Salarial (CVS) no puede ser superior al UVA.
En caso de que esta medida no sea suficiente, contempla un límite a la cuota del 30% del ingreso familiar, que podrá ser transferido el excedente a las cuotas finales del crédito. Además establece un plazo máximo en tiempo o en cuotas, para no pagar el crédito eternamente.
Daniela Funes, otra de las manifestantes, afirmó que de todas formas “hay dieciocho proyectos de ley en el Congreso”. Todos ellos proponen soluciones para les deudores UVA, pero ninguno fue tratado.
El ¿bajo? índice de morosidad
Las reclamantes Gabriela y Daniela coincidieron en algo. “La excusa del gobierno es que el índice de morosidad es bajo” afirmaron. “Lo que no dicen es que la gente se endeuda y solo trabaja para abonar las cuotas”.
Muchas veces, los pagos equivalen al salario de las personas. “Los únicos que se benefician son los bancos”, aseguró Gabriela. En su caso, al ingresar a la página web de Home Banking se dio cuenta que el “diferenciamiento” que se produjo con el congelamiento de cuotas, generaba mini créditos indexados.
“En este país no puede haber créditos indexados” afirmaba por su parte Daniela. Por su caso, solicitó al banco cuatrocientos mil pesos a pagar en cuarenta y ocho meses. “Hoy debo un millón doscientos mil pesos y ya casi estoy finalizando. Nosotros ya pagamos la deuda tres o cuatro veces, y todavía nos faltan cuotas”.
También habló sobre la situación de los diferentes tipos de tenedores de créditos. “El gobierno habla de noventa mil créditos UVA hipotecarios, pero parece olvidarse que hay cuatrocientas cincuenta mil familias que obtuvieron préstamos de tipo prendarios y personales».La situación de les deudores es desesperante. Exigen respuestas urgentes, y que los préstamos realmente sean pagables. “En el Congreso se aprobó, y allí es donde deben eliminarlo” aseguraban. Su sentimiento es ser esclaves de los bancos.