Memorias del Abaucán es una producción realizada en formato transmedia en el marco del Programa Puntos de Cultura por la Asociación Civil Be Pe. Narra la experiencia de campesinos y campesinas del bolsón de Fiambalá, Catamarca, que re – construyen su memoria cultural y socio productiva. Nota al Pie dialogó con Julio Carrizo, uno de sus realizadores.
Se trata de un documental audiovisual estrenado el 4 de junio que está disponible a través de las redes sociales y en la plataforma Identidades del Ministerio de Cultura de la Nación. También contiene cinco spots radiofónicos que se estrenarán próximamente.
De qué trata Memorias del Abaucán
El documental muestra el rescate, la difusión y la revalorización de la identidad local y la cultura campesina que se ponen de manifiesto en las voces de sus protagonistas: Juan, Nicasio, Valeria, Paulo, Máximo, Mecha, Elena y Santiago.
A través de las imágenes de un imponente escenario, el filme acerca a les espectadores al territorio en el que estas comunidades campesinas sostienen la defensa de los bienes comunes; las prácticas socioproductivas de cuidado del ambiente y reproducción de la vida que le dan identidad.
“Estas comunidades vienen sosteniendo el cuidado, la conservación y el intercambio de semillas, el uso comunal del agua, la producción del alimento y la transmisión oral de estos saberes de generación en generación. A través de los relatos de estas prácticas, se pone de relevancia el valor educativo, social, y cultural de las historias del oeste catamarqueño”, según describen desde la organización Be Pe.
Los inicios del proyecto
Uno de les realizadores del documental, Julio Carrizo, contó que “además trabaja en la Organización Bienaventurados los Pobres (Be Pe), que viene trabajando junto con otra que se llama CAMPA (Asociación de Campesinos del Abaucán). El Abaucán es un río grande que está al oeste de la provincia de Catamarca en la zona de Fiambalá en el Norte, cruza el departamento de Tinogasta y pasa hacia Belén”.
Sobre cómo inició el proyecto, Carrizo describió que el documental nace de un Punto de Cultura. “Nosotros empezamos a trabajar hace un tiempo con la organización de campesinos sobre la transmisión de experiencias y de saberes a través de generaciones. Se organizaban reuniones y talleres donde campesinos más viejos transmitían conocimiento y experiencia a jóvenes de distintas edades. Esa era básicamente el alma del proyecto”, contó. Al respecto agregó: “Teníamos que cumplir con una parte audiovisual, hacer como una cobertura de esos talleres y armar un resumen”.
Asimismo, “en ese andar fue surgiendo la idea de realizar el documental. Yo soy realizador audiovisual y trabajando en el guión de este pequeño micro spot para el proyecto me di cuenta de que el material estaba y que había más material de lo que necesitábamos y otros materiales para otros proyectos así que decidí llevarlo a este formato de documental”, puntualizó Carrizo.
La feria como espacio de intercambio sociocultural
El proceso de trabajo con campesinos y campesinas lleva muchos años, más de 18, en los que se viene realizando una Feria de intercambio de semillas nativas del Bolsón. “Es una feria que no tiene un lugar físico sino que va girando, rotando y viajando por distintos pueblos de ahí de la zona. La primera idea principal es volver a tener y hacer transitar semillas nativas y criollas y tratando de recuperarlas, resguardarlas y potenciar el intercambio”, describió el documentalista.
La feria tiene una primera instancia durante toda la mañana donde solamente son intercambios sea tanto de productores del bolsón de Fiambalá, de Catamarca, otras regiones de la provincia, o de Santiago del Estero. “Llegan y empiezan a intercambiar sus productos: desde semillas hasta tejidos, quesos, animales y demás. Después del mediodía se abre la instancia de comercialización y finaliza hacia la tarde con otra instancia de intercambio. En el medio hay charlas, intercambio de saberes de conocimientos entre la gente que está”, relató Carrizo.
En el documental, “Don Máximo refleja que él había perdido unas semillas que las tenía de cuando era chico pero que ya no se daban más en el Bolsón y las recuperó gracias a una de las primeras ferias que se hizo y se volvió a producir ese tipo de zapallo ahí en el Bolsón”, contó.
Un modo de defender sus tierras
Transitar en lo que es la feria y en la producción campesina es el modo que tiene territorialmente la gente de defender sus tierras de los distintos agentes que están tratando de amenazar la zona, como lo son los emprendimientos mineros.
“La manera que ellos tienen de defender es seguir produciendo, mostrando que hay una producción campesina tradicional que viene haciendo lo que hoy se conoce como ‘agroecología’ que para ellos es el único modo que conocen de producir de una manera más sana y cuidando el medio ambiente desde hace mucho tiempo. Y es eso, transmitir de generación en generación los saberes”, destacó el realizador.
Además, comentó que “hay otro proyecto que acompaña esto que son unos podcast; que también es como la continuidad de ese proyecto. También en el marco de Punto de Cultura que son micro radiales y spot radiales que apuntan a eso, a hacer conocer un poco más este intercambio de saberes y abrirlo un poco más a la región”.
“Nosotros estamos en conexión con distintas redes de radios porque la asociación tiene una radio campesina ahí en el territorio y la mejor manera de hacer conocer esto es a través de los medios, en este caso de las radios que es lo que en el interior se escucha más”, relata.
El documental Memorias del Abaucán se puede ver a través de la plataforma Identidades y en el canal de YouTube.
También estarán disponibles en las plataformas de la organización Be. Pe.