A pesar del avance de la campaña de vacunación, la pandemia del coronavirus mantiene en alerta a la Argentina. La cantidad de víctimas fatales superó los 100 mil y crece la preocupación por la amenaza de la cepa Delta.
En este contexto, la expansión del virus parece no tener fin. Tal es así que, tras una investigación, se confirmó el hallazgo del genoma del Covid-19 en aguas recreativas del lago San Roque, en la provincia de Córdoba.
Nota al Pie dialogó con el médico Emilio Iosa, quien logró el hallazgo. Al respecto, explicó: «Nuestro proceso de investigación lleva ya 10 meses. Se toman ocho muestras de aguas superficiales y lo hago en colaboración con investigadores del Instituto Virológico de Córdoba«.
Cabe señalar que Iosa comenzó su investigación el año pasado. Ello lo realizó a partir de la obtención de una beca del Observatorio de Salud del Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE).
Por otra parte, dio cuenta de trabajos científicos previos sobre enfermedades a nivel epidemiológico humano en aguas residuales, incluso con el tema del Covid-19. En ese sentido, detalló: «Con lo del coronavirus, en todo el mundo, se empezó a buscar en aguas residuales para diagnosticar y predecir brotes».
En relación a su hipótesis, señaló «yo venía observando hace tiempo la creciente contaminación fecal del lago San Roque. A través de sus balnearios y de sus tributarios que son los ríos que se utilizan para el turismo».
«Solamente el 30% de la cuenca del lago San Roque tiene cobertura de saneamiento. El otro 70% de la materia fecal humana termina, de algún modo, en el embalse. Esto provoca un nivel de contaminación fecal altísimo», advirtió.
Detalles y repercusiones
De igual forma, Iosa habló sobre el desarrollo de su trabajo actual y comentó: «Presenté un proyecto que iba en la misma línea de investigación que venían realizando en el Instituto. El mío era en aguas recreativas superficiales y el de ellos en agua residual».
«Nos complementamos y estamos trabajando juntos. Ellos están haciendo los diagnósticos biológicos y yo llevé las muestras que se tomaron en distintos lugares del balneario y el embalse», precisó.
El descubrimiento tuvo lugar en mayo de este año. Acerca del mismo, el doctor sostuvo: «Podemos afirmar científicamente que el virus Sars Cov 2 está alcanzando el agua superficial del agua recreativa del lago. Antes, esa certeza no la teníamos, ese es el gran hallazgo».
Por otro lado, el investigador hizo referencia a las repercusiones que surgieron a nivel político y empresarial sobre su descubrimiento. Al respecto, señaló que «concejales de Carlos Paz me trataron de «terrorista ambiental» y me pidieron que me llame a silencio para no hacerle daño a la ciudad».
En sintonía con lo planteado sobre las críticas que recibió, afirmó: «Es la continuidad de una práctica que tiene su anclaje en el medioevo. La resistencia al conocimiento que pueda desestabilizar una forma de gobernar y comunicar sobre una situación que pone en jaque la economía regional y la salud pública».
Asimismo, comentó que se realizó una denuncia penal contra funcionaries municipales y provinciales. Según relató porque «teniendo conocimiento del nivel de contaminación de las aguas y sabiendo que pueden producir un potencial riesgo para la salud no tomaron ninguna medida».
Además, indicó que se encuentran a la espera de que el Estado se pronuncie al respecto. Y a su vez, informó que ya tomó estado parlamentario un debate sobre el tema y que aguardan respuestas sobre el mismo.
Continuidad científica
En relación a los avances en el estudio, el profesional destacó que «se abren muchos escenarios de investigación. Para saber cuánto puede durar el virus de forma viable y en qué condiciones dura en el agua».
«Recién estamos terminando esta etapa en la cual podemos asegurar que el coronavirus está entrando en el embalse como lo hacen otros virus» manifestó Iosa.
Asimismo, explicó: «Ahora tenemos la necesidad de realizar nuevas investigaciones. Tanto sobre qué potencial de supervivencia tiene el virus en el agua y por qué vías puede ser o no un agente de infección para la población».
Por último, el especialista sostuvo que «se abren muchas nuevas preguntas de investigación que van a tener que ser resueltas en el próximo tiempo. Y para eso, necesitamos el sinceramiento de las autoridades políticas al respecto de esta necesidad».