Claudia Eboli es maquilladora profesional, directora y hacedora del Programa de Maquillaje Terapéutico que funciona en los hospitales Marie Curie y Tiburcio Borda. También trabaja en penales y con personas en estado de vulnerabilidad social como violencia de género y situación de calle.
En conversación con Nota al Pie, Claudia Eboli contó: “Me prometí que si salía viva de mi segundo paso por el quirófano. Entonces Iba a hacer algo con el maquillaje porque a mí me había ayudado a mitigar el deterioro físico de mi enfermedad”.
La doctora Cristina Rosales, jefa del Hospital Marie Curie, fue quien le abrió la puerta y le permitió ingresar a maquillar a pacientes oncológicos. Luego de escuchar el relato de Eboli sobre cómo el maquillaje terapéutico la ayudó a ella en el proceso de recuperación. Por la arritmia ventricular compleja que había deteriorado su estado físico; producto de dos operaciones en menos de un año.
Así fue como en 2013, Éboli, comenzó yendo al hospital a maquillar sola. Hasta que la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lugar en el que trabaja hace 30 años; le aprobó en el año 2015, el primer curso gratuito de maquillaje terapéutico. “Arrancamos con 10 alumnas que en su gran mayoría eran voluntarias de hospitales y lugares vulnerables”, contó Eboli.
El curso comenzó con un solo nivel y fue creciendo hasta llegar a complejizarlo con maquillaje artístico; para poder trabajar con niñes autistas, psicóticos y oncológicos. Luego le agregó efectos especiales porque también trabaja en campañas de concientización contra la violencia de género.
Maquillaje terapéutico en el Marie Curie
Las pacientes oncológicas tratan de no mirarse en el espejo cuando el deterioro es muy marcado. Por eso el maquillaje terapéutico intenta ayudarlas a que puedan reconectarse con su imagen para aceptar los cambios que traen los tratamientos de quimioterapia y la enfermedad.
Sol Villelma tiene 29 años, es cocinera profesional y mamá de dos hijos. Se enteró que padecía cáncer en el año 2017; cuando llegó al Hospital Marie Curie y le dieron un pronóstico de dos meses de vida si no realizaba un tratamiento de inmediato.
“Estaba desanimada, el mundo se me venía abajo y entró Claudia con su valijita y una sonrisa a ofrecerme el maquillaje, yo no quería saber nada”, contó Villelma.
Tras atravesar una operación que la dejó sin poder caminar, con la pérdida total del cabello producto de la quimioterapia, y a la espera una prótesis; vivía en el hospital. “En esas condiciones el único refugio que tenía era Claudia y su equipo. Pasé de rechazarlo a esperar los miércoles en los que venían con sus pinceles y hacían magia conmigo”.
“En ese momento tenía 27 años y me sentía devastada. Claudia me maquillaba y me daba esperanzas. Me hacía sentir más linda, me disimulaba la hinchazón y me mostraba otra perspectiva de vida”, aseguró Villelma.
Y agregó: “todo el equipo me hacía sentir querida, acompañada y cuidada. Entraba a la sala de quimio con otras ganas y podía llevar la enfermedad un poco mejor”.
Villelma expresó su deseo de que pase la pandemia para poder ayudar desde su lugar a otras personas para que conozcan y accedan al Programa como una contribución importante en la lucha contra la enfermedad.
Monica Mazzei, es maquilladora artística y social con una trayectoria profesional especializada en gráfica, teatro, cine y televisión. Después de haber recorrido tanto camino en el campo del maquillaje llegó al Programa a través de una charla de Claudia Éboli en el aula Magna del hospital Curie.
Allí escuchó hablar de enfermos terminales, personas en situación de encierro, autismo, y aseguró que fue un antes y un después sobre nuevos conocimientos “Para mí se convirtió en una nueva y gran herramienta de trabajo que me permite dar amor y empoderamiento desde el maquillaje”, enfatizó Mazzei.
El maquillador terapéutico trabaja con todo un equipo interdisciplinario de profesionales de la salud por eso es que también requiere de una capacitación especializada y permanente. Esto es lo que enseña Claudia Éboli junto a Alejandra Cuadrado, cosmiatra especializada en oncología; y otres especialistas en cada uno de sus seminarios, talleres y cursos.
Maquillaje Terapéutico en el Borda y en cárceles
En los hospitales psiquiátricos como es el caso del Borda tanto en el abordaje con hombres como mujeres se intenta que les pacientes puedan reconectar con una imagen más amorosa de sí mismos porque los tratamientos psiquiátricos extremos alteran mucho la estructura de las células de la piel.
“Lo que notamos en estos dos años de trabajo que llevamos allí es que con el maquillaje se miran al espejo y reconectan con la imagen de la persona que fueron antes de ingresar a la institución”, enfatizó Eboli.
Una reconexión con su Imagen
Lo que dicen los psicólogos, psiquiatras, enfermeros y asistentes terapéuticos es que “a partir de esta reconexión que tienen con su imagen pacientes que, por su patología psiquiátrica de base, no quieren asearse, empiezan a hacerlo sin resistencias”, afirma la directora del programa.
La Licenciada Patricia Bonilla, Coordinadora General en Argentina del Programa Voluntarias de Cárceles, es quien les abrió las puertas para llevar el maquillaje terapéutico a diferentes penales.
En cárceles trabajan sobre la estética de la vulnerabilidad “lo que más se trabaja es la empatía porque aprendés a no juzgar al otro por el lugar en el que se encuentra, con todos los prejuicios que conlleva saber que están en una cárcel”, aseguró Eboli.
Argentina pionera en la especialidad
Maquillaje Terapéutico en hospitales públicos no existe en ningún lugar del mundo por lo que Argentina se convirtió en pionera de la especialidad. Entre los planes a futuro se encuentra la proyección del crecimiento del Programa en toda Latinoamérica.
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