El 26 de abril de 2021, el Juez Agustín Carlos Crispo, a cargo del Juzgado de Garantías Nº 6 de La Plata, otorgó la prisión domiciliaria al cura Raúl Sidders. El sacerdote de 60 años se encuentra procesado por los delitos de abuso sexual agravado y corrupción de menores, a raíz de la denuncia de “Rocío”.
Una fuente judicial contó a la agencia de noticias Télam que “en estos meses, Sidders argumentó una situación de estrés”. Sin embargo, la querella del caso, compuesta por les abogades Juan Pablo Gallego y Pía Garralda, sostiene que las pericias médicas realizadas al sacerdote no concluyen que la prisión efectiva podría afectar su salud. Por ello, apelarán esta decisión, y creen que la prisión domiciliaria no llegará a efectuarse.
“Rocío”: la denunciante
Rocío, se la llama así para preservar su identidad, tiene 27 años. Cursó desde el jardín de infantes hasta el secundario en el Colegio San Vicente de Paul del barrio Hipódromo de La Plata, capital bonaerense. Allí, denuncia sufrir abusos sexuales entre sus 11 y 14 años. El perpetrador: Raúl Sidders, el cura a cargo de esa institución.
Los hechos fueron entre los años 2004 y 2008. Rocío formalizó la denuncia en agosto de 2020, ante el Juzgado de Garantías Número 2 de La Plata. Sidders se encontraba en Misiones, como secretario del Obispo de la Diócesis de Puerto Iguazú, Monseñor Baisi. El 1 de diciembre de ese año se dictó su prisión efectiva en la Alcaldía Roberto Pettinato de la localidad platense de Lisandro Olmos, provincia de Buenos Aires.
Si bien ese mismo mes se pidió su prisión domiciliaria, la querella apeló y logró que el sacerdote siguiera detenido en la Alcaldía Roberto Petinatto. Ahora, esa situación vuelve a repetirse.
Rocío, la denunciante, relató las situaciones de acoso a las que el hombre la sometió. Además, contó que en el momento de las confesiones, el sacerdote preguntaba a les estudiantes cosas como “si sabían masturbarse”, y luego les explicaba cómo hacerlo. La joven dio una entrevista a La Izquierda Diario, en la que se explayó sobre el tema.
Las alarmas
Raul Sidders condujo el programa «Ave María Purísima«, que se emitió en el canal Somos La Plata, entre 2010 y 2014. Allí, con sotana, boina y mate en la mano, hacía monólogos en ocasiones de contenido misógino. A sus pies, había un grupo de niñes sentades en ronda.
En ese programa, por ejemplo, llamó «Esas loquitas», «Chirusas» y «yeguas» a las mujeres que reclamaban frente a la Catedral platense por la violencia de género. En 2013 , la madre de Plaza de Mayo, Adelina Alaye; la ciudadana Martha Ungaro y el Defensor Penal Juvenil Julián Axat presentaron una denuncia ante el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI).
La resolución del organismo sostiene que «la utilización de adjetivos cargados de una connotación negativa, como ser ‘chirusa’, contribuye a estigmatizar y discriminar a las mujeres». Y subrayan que Sidders «debería ser consciente del peso que tiene su palabra».
Aun así, el show se siguió emitiendo hasta 2014, y hasta principios de 2020, Raul Sidders siguió vinculado al colegio San Vicente de Paul.